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Cuantas veces ponemos excusas para no venir a los pies de Cristo, siempre hay una nueva, que ahora tengo muchas cosas que hacer, que estoy joven, que tengo que ir a ver algo que compre, que tengo que probar algo del trabajo y no puedo llegar, siempre tenemos excusas, estas no son cosas que te las diga porque así lo he podido ver, sino porque así mismo están descritas en la biblia, pero deja contarte algo que esta en esta escrito, una parábola de que te hará entender que las excusas no son buenas ninguna para ir a donde nuestro Señor, te invito a que leas este estudio y entenderás que las excusas no tienen valor.
El Señor nos cuenta una parábola de una gran cena en el libro de Lucas, en la cual un Señor decide hacer una gran cena, y cuando esta esta lista, le dice a su siervo, que vaya y hable con aquellas personas a las cuales había invitado para que se realizara la cena, pero así mismo comenzaron todos a poner excusas, uno dijo que tenia que ir a ver una hacienda que había comprado, otro dijo que tenia que probar unas juntas de bueyes, otro que se había casado y así sucesivamente, al punto tal que ninguno de los convidados llegó a la cena.
Al ver esta parte de la parábola, podemos notar como el Señor es el mismo Dios, quien ha invitado a toda la humanidad a la cena, aquellos que están sanos, fuertes y lo mas importante de todo que están vivos, y muchos comenzamos a poner excusas, excusas que al final, ninguna tiene valor, sentido o justificación, para rechazar la invitación que Dios nos hace a su cena. Esta cena es celebrada en el reino de los cielos y la invitación representa la salvación que este nos ofrece y al rechazar la invitación rechazamos la salvación.
Si comenzamos a ver esas excusas que presentaron, podemos darnos cuentas que son las excusas rutinarias que podemos encontrar en la vida cotidiana y que a su vez no tienen una justificación que sea valida. Por ejemplo el que dijo que no iba porque iba a ver una hacienda que había comprado, como podemos justificar que compramos algo sin antes haberlo visto, mas cuando se trata de un terreno y una casa, pero así mismo si iba a ver ese lugar, antes de haber hecho el compromiso de asistir a la cena, debió de haber dicho no puedo porque saldré y no haber dicho iré, para luego no asistir. Pero esto representa en nuestras vidas el como rechazamos la salvación por cosas materiales, como por una casa, una tierra, un carro, el dinero, etc. dejamos perder la salvación que Dios nos brinda, una salvación que es totalmente gratuita, todo esto material que nos puede alejar de Dios es mejor dejarlo, es mejor soltar todo lo material y coger lo que Dios nos da, lo que Dios nos brinda.
Respuesta:
que estamos ocupados,que vamos a salir
Explicación: