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1. Conviértete en docente de museo, es decir, un voluntario experto que guía a los visitantes por las exhibiciones, interpreta lo que se exhibe y responde preguntas. Si puedes comprometerte con varias horas de instrucción y una asignación que suele ser superior a un año, puedes aprovechar al máximo tus habilidades de presentación, curiosidad y amor por el arte, la arquitectura o la historia. Ponte en contacto con los museos de tu área y pregunta por los programas de docentes.
2. Camina perros de un refugio de rescate. Los perritos que están en los albergues o refugios de animales durante la mayor parte del día necesitan ejercicio, socialización, juegos y amor. Si hay un refugio cerca de ti, considera compartir tus caminatas con un amigo de cuatro patas.
3. Organiza un "autobús escolar andante". En comparación con nuestra generación y la de nuestros padres, muy pocos niños en la actualidad caminan a la escuela. La seguridad es una gran preocupación. El lanzamiento de un programa que ofrece chaperones adultos a los niños a lo largo de varias rutas peatonales a la escuela les brinda a los jóvenes seguridad, libertad, nuevos amigos, aire fresco y ejercicio. También puede ser una solución para las ciudades que han reducido el servicio de autobuses escolares para ahorrar dinero. Ponte en marcha con este plan.
4. Inscríbete para una caminata de caridad. Inscríbete en la organización sin fines de lucro de tu elección, busca patrocinadores, recluta a tus amigos, diseña o recoge tu camiseta y amárrate los zapatos. Las organizaciones que ayudan a personas con VIH/SIDA, alergias alimentarias, enfermedad de Alzheimer, artritis y otras han logrado grandes avances con la ayuda de voluntarios como tú.
5. Únete a una limpieza de la comunidad. Tu ciudad probablemente organiza una jornada para el Día de la Tierra en abril, pero ¿qué te impide llevar guantes desechables y una pequeña bolsa de basura contigo en tu caminata diaria para ayudar a mantener tu vecindario hermoso durante todo el año?
6. Entrega comidas a personas mayores confinadas en su hogar. Las organizaciones que luchan contra el hambre necesitan personas para preparar comidas calientes o llenar bolsas con productos donados, carne y otros alimentos. Pero una vez se hace esto, muchas dependen de voluntarios para llevar los alimentos rápidamente a las personas con movilidad limitada. Consulta con una despensa de alimentos o Meals on Wheels acerca de cómo funciona la distribución de comidas al mediodía. Lo más probable es que también le entregues una sonrisa a alguien que no sale a menudo.
7. Da la bienvenida a visitantes y residentes con un recorrido a pie gratis por el vecindario. Las comunidades más pequeñas están promoviendo su relevancia histórica como una forma de apoyar los esfuerzos de conservación de monumentos históricos, atraer tráfico a los distritos de pequeñas empresas, comercializar el área y celebrar su patrimonio particular. Organiza un tema, crea una ruta, comparte lo mejor de tu ciudad y conoce gente nueva.
8. Conviértete en portavoz del vecindario. Menos formal que un guía turístico, un voluntario de bienvenida es un residente amigable a quien los visitantes pueden llamar de manera informal para que les muestren los parques, lugares de compras atractivos, arquitectura y otros tesoros escondidos. Muestra el vecindario del que te enorgulleces que sea tu hogar.
9. Comparte tu vista con un compañero de gimnasio invidente. Además de salir a hacer ejercicio, los vecinos invidentes también aprecian la ayuda con las compras, la lectura y el pago de cuentas.
10. Ofrécete de voluntario como compañero de caminata de una persona mayor que vive sola. Los ancianos cercanos a ti que estén aislados o sean frágiles pueden beneficiarse del ejercicio y del contacto social con un compañero de caminata habitual. El centro de vida asistida o centro para personas mayores más cercano podría tener un programa en marcha.