Respuestas
El efecto más inmediato de las guerras de independencia y de las posteriores guerras civiles que se sucedieron durante los inicios de la República fue el despoblamiento relativo de las tierras cultivables.
Un ejército demasiado grande, que consumía en 1844 el 50 por ciento del presupuesto nacional y que demandaba ingentes recursos para su sostenimiento, condujo al sistema productivo a un estado de crisis de desabastecimiento y dentro del sector agrícola, el ganadero fue de los más afectados. La demanda de carne a través de 'contribuciones forzosas' de reses destinadas a convertirse en raciones para los ejércitos, mermaron de manera importante los hatos existentes. (Zambrano)
La producción agrícola se vio disminuida en el periodo posterior a las guerras de independencia (1830- 1835), si se le compara con un periodo previo al inicio del conflicto (1801-1805). Este es obviamente un cálculo muy burdo en el que se refleja la percepción del autor sobre lo que debió ser el impacto de las guerras en la economía agraria del país.
Sin embargo ya desde el Congreso de Cúcuta en 1821, existía la preocupación por legislar a favor del sector agrícola, y ello se ve reflejado en los impuestos a las importaciones establecidas en favor de los productos alimenticios y el aguardiente.
En 1824 se exime a los nuevos cultivos de cacao, café y añil del pago del diezmo por periodos de 10, 7 y 4 años, respectivamente a partir de 1825.
La situación de necesidad llevó al Estado a rematar las tierras baldías a bajos precios. Los intentos por estimular la inmigración de europeos y la inversión en el sector agrícola en los que se ofrecían tierras entregadas a título gratuito no tuvieron los resultados esperados.
El clima, la geografía escarpada, la pobreza extrema y, sobre todo, la inestabilidad política alejaban a los emigrantes europeos de Colombia que, cuando se decidieron por América Latina, se dirigieron fundamentalmente a países con estaciones y más salubres como la Argentina, Uruguay, el sur de Brasil y Chile.