Los seres humanos no vivimos solos sino en comunidad. Por eso, debemos fomentar principios y valores que nos permitan vivir en sana convivencia. Sería imposible estar en comunidad sin cultivar los valores. ¿Te imaginas que el robo y el asesinato fueran el modo natural de solucionar nuestros conflictos? En estas condiciones la vida humana en comunidad no sería viable. Para que comprendamos mejor el tema de los valores, vamos a empezar a hablar primero de los atajos y las trampas que forman parte de los antivalores. Cuando queremos llegar a un sitio, podemos encontrarnos con la posibilidad de escoger un camino más corto, que lo llamamos atajo. Supongamos que para llegar a tu casa te encuentras con dos posibilidades: un camino que es seguro pero demasiado largo y otro que es más corto pero peligroso. ¿Cuál escogerías? Tal vez te parezca que el segundo es más divertido, lleno de aventuras y sobre todo que llegarás en menor tiempo. Esos son los caminos que llamamos atajos. El primer camino, que es seguro pero largo, vamos a pensarlo como el camino de los valores, y el segundo, que es el atajo, vamos a pensarlo como el camino de las trampas, los atajos y los antivalores. Al principio, cuando haces trampa, piensas que has logrado tu objetivo de engañar a los demás. Pero en realidad te engañas a ti mismo. Cuando haces copia, no aprendes y el único que se perjudica eres tú mismo. De esta manera, al pasar a un curso superior empezarás a sentir las consecuencias de no haber estudiado, algo que van a notar también tus propios compañeros, quienes dejarán de confiar en ti y ya no te creerán. Piensa éticamente Los valores están siempre presentes en la vida cotidiana y en diversas regiones del mundo. Los valores son los que permiten convivir bien con las personas, y su práctica despierta en los demás sentimientos de admiración, credibilidad, confianza. Nos hacen hombres y mujeres conscientes de los demás con sus necesidades, intereses y diversas formas de ser. Sin embargo, en algunas partes de nuestro país, muchísimas personas han asumido la práctica de antivalores como si fueran valores. Por ejemplo, prácticas como el machismo atentan contra de la igualdad y el sentido de equidad que debe predominar en las relaciones entre los hombres y mujeres. En el peor de los casos, el machismo suele ir acompañado de violencia, autoritarismo y maltrato. Lo mismo ocurre con la honestidad y la responsabilidad, pues algunas personas creen que las acciones deshonestas demuestran viveza, sagacidad e inteligencia, cuando en realidad lo que propician es desconfianza e irrespeto por los demás. Saber Hacer ¿Qué piensas de los planteamientos de las lecturas anteriores?
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Q son verdaderos y sí pasa lo q dice
elsanastacuas:
no estendi ni púas
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