Respuestas
Pero todos sabían que el médico solo atendía a personas que tenían dinero, así que ellos deciden intentarlo; pero el médico no los recibió, Kino furioso se retiró con Juana y su hijo de la casa del doctor y se dirigieron al mar donde Juana le preparó un emplasto de algas a Coyotito, lo cual le hizo bien.
Luego ellos subieron a la lancha de Kino a realizar su trabajo que era encontrar perlas para luego venderlas, pero ese día Kino no sabía con lo que se iba a encontrar, se sumergió en las aguas como siempre para buscar perlas y vio en el mar una gran ostra, se imaginó que había encontrado la perla de la cual todos hablaban como leyenda, la sacó de las profundidades del mar, subió a la superficie y comenzó abrir las ostras.
Le tocó abrir a la gran ostra y se dio cuenta que sus sospechas eran ciertas, así que dio un grito de felicidad en ese momento vinieron a ver sus demás compañeros de trabajo y en pocos minutos ya todo el pueblo sabía que kino había encontrado la perla del mundo.
Kino imaginó que todos sus problemas estaban resueltos y él hizo tantos planes con ella que todos se quedaron asombrados.
El médico se enteró de lo sucedido y rápidamente fue a ver a Kino y al bebe.
Trataron de robarse la perla muchas veces hasta que en una oportunidad, Kino mató a un hombre en defensa propia.
Los pobladores quemaron la casa de Kino, mientras tanto Kino se refugió en la casa de su hermano y luego decidieron partir a la capital.
Tres cazadores lo siguieron por días hasta que Kino se les enfrentó y en un disparo casual la bala le cayó a coyotito, en esos momentos Kino enfurecido los mató a todos los cazadores; luego Juana y kino regresan al pueblo y se dirigieron al mar y deciden devolver la perla; Kino se la dio a Juana para que lo hiciera pero ella se la devolvió, Kino fue quién la lanzó al mar y la perla se desapareció.
Respuesta:
Explicación: En ella se nos cuenta la historia de Kino y su mujer Juana, ambos indígenas habitantes de un pequeño pueblo costero donde lo más que se puede encontrar son chozas y viejas barcas pesqueras. Desesperados, Kino y Juana recurren al mar en busca de una perla que permita salvar la vida del niño. Para sorpresa de todos, la suerte les sonríe ofreciéndoles la mejor y mayor perla que hayan visto jamás. Aunque al final el pequeño sana sin necesidad de la atención del doctor, la perla supone en la pareja un cambio drástico y sin posibilidad de retroceso.
Y es que con la perla en la mano, Kino ansía en seguida lo que jamás se había siquiera atrevido a soñar. Primero son los miedos a que el humilde y tan querido Kino cambie y pase a ser alguien como el médico, que el dinero lo transforme en alguien déspota e inmisericorde. Vemos en este punto cómo cada habitante se cree a sí mismo invulnerable a ese mal, y al mismo tiempo vemos también cómo la imaginación de todos ellos despliega las alas y empiezan a soñar con las posibilidades de la perla, después a desear esos sueños y finalmente a envidiar a quienes la joya. Cubierto así por un manto de oscuridad, el pueblo se unirá y confabulará en contra de Kino y su familia, que serán vistos de repente como los únicos intermediarios entre ellos y la felicidad absoluta repleta de bienes y libertades.
Como se podrán imaginar, el descubrimiento de esa gran perla que debería haberles dado motivos de dicha y alegría desatará una silenciosa pero enérgica lucha entre la pareja protagonista y todos los demás, incluidos los compradores de perlas que quieren darles mucho menos de lo que ésta vale. A partir de ese momento, Kino y Juana, que en un principio sólo querían curar a Coyotito, se verán obligados a huir del pueblo para salvar la vida y de paso encontrar a alguien que quiera comprarles la joya a un precio justo y sin malas intenciones. En La perla se aprecia una clara crítica hacia la discriminación y hacia el poder insano que otorga el materialismo.