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Ambos son un tipo de violencia contra las mujeres, ya que,presentan e imponen un único modelo de cómo debe ser una mujer, invisibilizando la diversidad de identidades, cuerpos, gustos y elecciones que representan y hacen valiosas a todas las mujeres.
Este estereotipo único destaca la apariencia física como único valor de una mujer, posicionándola según cuán alejada o cercana esté de este ideal de belleza y dejando de lado otros aspectos más relevantes. Esto tiene una doble consecuencia: por una parte cualquier otro tipo de características o cualidades de la mujer son subordinadas a una belleza que debe seguir un canon principalmente comercial, y por otro lado dichos mecanismos actúan directamente y cada vez más en la formación de niñas y adolescentes que buscarán cumplir dichas expectativas y restarán atención de otros aspectos de sus vidas.
los estereotipos creados por los medios de comunicación masiva afectan de forma negativa la percepción y construcción de la mujer, sobre sí misma y sobre sus pares (hijas, hermanas y compañeras incluidas), atentando contra la autoestima y salud mental de éstas y lucrando con su inseguridad, a través del consumo de productos o servicios para “verse mejor”, “estar flaca”, cumplir sus deberes de esposa o madre, etcétera. La gran mayoría las mujeres piensa que la publicidad afecta la construcción de la identidad femenina; imponiendo cuerpos poco reales, valorando el exitismo de cierto tipo de belleza, incluso haciéndonos sentir que por ser diferentes, seremos menos queridas, posicionando el aspecto físico como la característica más importante de una mujer y que por lo tanto influye directamente sobre su seguridad personal.
este tipo de violencia atenta contra la seguridad de las mujeres y está presente de forma continua e ineludible en el contexto actual de “estar siempre conectados”, afectando especialmente a las niñas y jóvenes, quienes son un grupo particularmente vulnerable, se crea un problema social ya que reduce el potencial, las capacidades, talentos y aspiraciones de éstas, construyendo las bases que sustentan la desigualdad de género estructural.
prácticamente en pocas palabras Las mujeres somos cotidianamente objetivizadas lo que nos lleva a aprender desigualdad todos los días.