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Respuesta:
todo depende de la forma en que sea ya que por una parte pueden ser positivos ya que divierten y entretienen a las personas pero por otra parte pueden ser negativos para aquella personas que sin su consentimiento les hacen memes ya que ellos siente que son la burla de las redes sociales
Respuesta:
Internet son un millón de estímulos intentando captar nuestra atención”, afirma Delia Rodríguez, redactora jefe de El Huffington post. Así es, mientras infinidad de ideas navegan por la red intentando atraer nuestro interés, sólo los memes, o contenido viral logra trascender y propagarse a un ritmo vertiginoso.
Tal y cómo comentábamos en un post anterior sobre el poder del vídeo viral, el principal atributo de este tipo de contenido es que apela a la emoción, pero no a una emoción cualquiera. Según Delia Rodríguez en su ponencia sobre Memecracia, que ha tenido lugar esta mañana en la Social Media Week, para que una idea sea contagiada o viral debe provocar una emoción intensa y “activadora” (Berger) y tiene que hacernos pensar en los demás. “Somos DJs de la información” (Lieberman), “Queremos contagiar a los demás de la misma emoción que nos ha causado a nosotros”.
Para ello estos memes deben contener una historia y satisfacer una necesidad, aprovechar nuestros sesgos y aparecer en el momento y lugar adecuado. Sin embargo, existe una parte impredecible en cada uno de nosotros que hace realmente ardua la tarea de generar un contenido viral.
Ahora bien, ¿Qué puede conseguir un meme? ¿Cuáles son sus consecuencias? Y finalmente, ¿Cómo sobrevivir a la Memecracia? Delia Rodríguez asegura que los efectos de un meme pueden ser opuestos: desde disparar las ventas de un nuevo producto, influir en unas elecciones, hasta crear o destruir una carrera política o bien generar una crisis de comunicación política.
No obstante, existe un peligro en los memes, pues pueden llevar a una dispersión de la atención, a una difusión de información irrelevante y llamativa, una propagación de bulos y que a la larga se derive a medios de emoción y no de comunicación, debido a la tendencia actual de “emocionalizar” los contenidos.
En este contexto Delia plantea el reto de redirigir la atención hacia lo importante y utilizar lo aprendido para una nueva era dorada del periodismo y reflexiona sobre una serie de conceptos para hacer frente a la Memecracia: saber elegir bien los meme, prestar atención a lo que escogemos, tratar de mantener la mente clara resistiéndonos a la multitarea y a la hiperconexión, intentar simplificar , hacernos responsables de aquello que difundimos y tratar de potenciar los memes positivos frente a los negativos.
Nos quedamos con un mensaje: En momentos de tanta emoción seamos escépticos
Explicación:
espero te ayude