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hay esta sobre la entrevista Juan Augusto Fernández es historiador de profesión y tiene una maestría en comunicación para el desarrollo. Es gestor cultural con más de 20 años de experiencia. Actualmente Director de Cultura del Callao, del Ministerio de Cultura. También es director (ad honorem) del Museo Sanmartiniano del Instituto Sanmartiniano del Perú. Aquí está histórica conversación.
JF: Juan Augusto Fernández (Historiador)
AG: Arturo Garro MQ (Lucidez)
AG: ¿Cómo eran las celebraciones por 28 de julio en los primeros años de la república?
JF: Las celebraciones en los primeros años no se realizaban en 28 de julio, sino recordando la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, pues al irse San Martín y estando aun españoles en el Perú, Bolivar prefería celebrar esa fecha como el inicio de la república.
AG: ¿A partir de cuándo se dejan de celebrar las fiestas patrias el 9 de diciembre y se pasa a la celebración los 28 de julio?
JF: Debido a que Bolívar durante su permanencia en el Perú, se comportó como un conquistador y realizó muchos actos impopulares, la población no le tomó mucho cariño, a diferencia del que sí se tomó a San Martín, un hombre humilde, que vino como libertador, convenciendo a la población, rehusando homenajes y yéndose del Perú cuando lo consideró necesario. De allí que los peruanos son más Sanmartinianos que Bolivarianos, y a la partida de Bolívar, con el auspicio de poderes Ejecutivo y Legislativo, se retomó la costumbre de celebrar la Independencia el 28 de julio, muy popularmente y también oficialmente.
AG: ¿Qué tradiciones se han mantenido y cuáles se han perdido en las celebraciones por 28 de julio?
JF: Se mantiene la misa y Te deum, el embanderamiento y el uso de los símbolos patrios como el himno, escarapela, etc. establecidos durante el protectorado de San Martín.
AG: ¿Cómo se celebraban antiguamente las fiestas patrias?
JF: Las Fiestas Patrias se celebraban popularmente en lugares públicos, como la Plaza Mayor de Lima y el Parque de la Exposición, donde la gente esperaba la madrugada del 27 para el 28 de julio, cuando la Municipalidad de Lima contrataba fuegos artificiales a cargo de chinos.
Las familias comían y bebían en estos lugares públicos, atendidos por vivanderas que ofrecían sus productos en puestos, o ambulantes, a la espera de las 12 de la noche. La población se entretenía con marchas, maniobras militares y retretas musicales, las cuales a veces eran imitadas por grupos de vecinos, quienes incluso hacían marchas o desplazamientos en grupos, de un lugar a otro, celebrando la Independencia. El 28 de julio ya era más formal, pues era el día del mensaje presidencial y de los desfiles militares oficiales.
Las festividades eran espacios democráticos, donde tanto el pueblo como las élites celebraban de manera conjunta en los mismos espacios urbanos las Fiestas Patrias, lo que ya se ha perdido por diversos motivos.
AG: ¿Es verdad o no que antes del periodo llamado “República Aristocrática”, la celebración era más popular y que a partir de ese periodo solo se redujo la celebración al Te deum, mensaje a la nación y desfile militar?
JF: Según testimonios de la época, antiguamente el pueblo celebraba las fiestas patrias con sus expresiones culturales, artísticas y sociales. La república aristocrática no las anuló. Las expresiones van cambiando a través del tiempo, nacen y mueren, no son estáticas.
AG: ¿Por qué el Te deum es parte -o ya no debería serlo- de las celebraciones de 28 de julio?
JF: La misa y te deum, realizadas en la catedral, se realizó para dar gracias a dios por la independencia, y para que los limeños juren proteger la emancipación y república. En ese contexto, el estado y la iglesia estaban juntos, y no había un estado laico o separado de la iglesia predominante, en este caso la católica.
La iglesia católica no es iglesia oficial del Perú, pero por su presencia y participación en la formación de la identidad nacional, no puede soslayarse.
AG: ¿De alguna manera se mantiene el toque popular en las celebraciones de fiestas patrias o no?
JF: Si, para la población en general es vista como días de descanso, de paseo familiar, debido a la gratificación, que es un ingreso adicional.