• Asignatura: Historia
  • Autor: mangoli
  • hace 2 años

el cuento de la familia con inicio nudo y desenlace 1000 palabras

Respuestas

Respuesta dada por: dynia20
5

"Sorpresa......"

Érase una vez una familia... pero aquí les debo desilusionar  y avisar que mi historia no se trata de una familia común  con cantidades de parientes cercanos y no tanto, como  abuelos, hermanos, tíos, hermanos, primos y sobrinos... Mi  historia empieza con presentarles a un viejo que la única  familia que tenía era él mismo.

No es que nunca tuvo padre  o madre, pero es que se murieron cuando él era un crío y  como ningún pariente quiso hacerse cargo de otra boca  para alimentar, pasó su infancia yendo de un lugar de  acogida a otro. Siempre tuvo un carácter áspero y estaba  poco interesado en relacionarse mucho con las personas.  En realidad no encontraba ninguna razón en las charlas de  sus compañeros de estudios o trabajo.

Por eso, cuando  consiguió un puesto de guardabosques, se sintió aliviado  de no tener que soportar a nadie cerca todos los días.

El  único amigo que tenía era un perro viejo y cascarrabias  como él, que compartía su casa, su comida y escuchaba  sus cortos monólogos. No más a menudo que una vez al  mes, el viejo iba al pueblo para recargar las provisiones de  azúcar, leche y alguna que otra cosa más. Pero ni ahí se  paraba a  intercambiar palabra con los vecinos. Éstos a su  vez, se acostumbraron a este viejo solitario malhumorado  y ya no intentaban más relacionarse con él.

La única que  podía sacar de él un par de palabras, era la dueña de la  tienda de suministros, que por su carácter alegre y su gran  corazón no se rendía ante la figura sombría del guardabosques. La mujer se llamaba  Marcela y por todos los medios  intentaba involucrar a Claudio (así se llamaba el viejo, pero  como nadie lo sabía, incluso él mismo por momentos  olvidaba su nombre) en alguna charla. Pero el viejo seguía  en lo suyo y al pagar las compras salía de la tienda lo más  deprisa posible con apenas un “gracias” entre dientes.  Y así se acabaría la historia, si una noche no escuchara el  viejo los golpes en su puerta. Maldiciendo a todos los  vientos, fue a abrir, pero no encontró a nadie salvo una  manta tirada en el portal. Ya quiso volver a su casa cuando  escucho un sonido muy raro y vio que la manta se movía.

La levantó del suelo y no daba crédito a lo que encontró  debajo, una criatura de apenas algunas semanas de vida.  El niño lloraba y estaba helado, el viejo no tuvo otro remedio  que cogerlo en brazos lo más delicadamente posible y  volver a la casa. Menos mal que Claudio tenía varios biberones para las crías de los animales que encontraba huérfanos por el boque, así que pasó toda la noche en vela  alimentando al bebé y manteniendo el fuego en la hoguera.

Al principio pensó que con las primeras luces del alba  llevaría el niño al pueblo, pero a lo largo de la noche se le  despertó dentro un sentimiento lo más inusual, una enorme  ternura y cariño a este diminuto chillón. Se dijo a sí mismo  que por algo el destino trajo a este chiquillo a su puerta y  que él mismo debería encargarse de criarlo lo mejor que  pudiera. Sólo que en el pueblo los vecinos notaron el cambio  producido en el viejo.

Empezó a venir a la tienda de suministros cada día a buscar leche fresca, a comprar velas, a  preguntar a las madres por sus hijos.

Hasta que un día se  puso a hablar con Marcela y no tuvo otro remedio que  contarle sobre lo sucedido y pedir consejo. La pobre mujer  le explicó que un niño no es la cría de un animalillo del  bosque, que necesita cuidado especial, ir al médico, al  crecer, estar en compañía de otros niños e ir al colegio. Así  que juntos fueron al buscar al niño y a llevárselo al alcalde.

Nadie sabía que hacer, ni de quién podía ser el bebé y  como el viejo insistía en criarlo, comprendieron que lo mejor  para el chiquillo, sería vivir con una persona que lo quiere  y no enviarlo al orfanato.

Claudio se mudó al pueblo para estar cerca de todo y de  cualquier ayuda posible que podía necesitar el pequeño.  Consiguió el cariño de los vecinos y todas las mujeres  venían a echarle una mano con la casa y el crío.  

Así se formó una nueva familia, muy pequeña y extraña,  pero una familia con un hogar y mucho cariño.

Ps:

noma pude escribir algo de unas 740 palabras ;(

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