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Respuesta:
escucho muchos casos de peleas. A fin de cuentas, los conflictos también forman parte de cualquier relación, y durante una discusión acalorada, los sentimientos de rabia y frustración pueden verse incrementados, haciendo que la paguemos con nuestras parejas.
Lo preocupante es cuando alguien recurre a las amenazas, los insultos o a los gritos cuando se enfada. Es normal perder los papeles de vez en cuando al discutir con la pareja, pero si esos arrebatos verbales se producen de forma regular, tal vez estemos ante un ejemplo de maltrato emocional.
Insultos, palabrotas y críticas
La persona que maltrata muchas veces se siente impotente y suele culpar o avergonzar a su pareja para recobrar el control y el poder. Una forma de hacerlo es mediante los insultos y la crítica no constructiva en cuanto surgen las diferencias. Si tu pareja siempre está soltándote críticas hirientes o poniendo de manifiesto tus carencias, es una señal de que intenta ponerte en una posición de vulnerabilidad. Expresiones lapidarias como “Nunca tienes ni idea de lo que hablas” o “No me equivoco, sino que es a ti a quien no le da para más la cabeza para entenderme” indican que tu pareja siente la necesidad de tener el control de la relación y lo hace menoscabando tu autoestima.
Manipulación
Pero estas personas no siempre recurren a los gritos y los insultos cuando las cosas no les gustan. A veces recurren a tácticas con las que intentan hacerte sentir culpable. Por ejemplo, alguien podría decir: “Si realmente te importara, no habrías pospuesto el encuentro que teníamos esta noche” o “Pensaba que lo nuestro era especial, pero veo que me equivocaba, porque si me quisieras no te comportarías así”. Este tipo de acusaciones pueden hacerte dudar sobre tus decisiones e incluso sentir responsable del problema incluso cuando no es tu culpa.
Explicación:
espero que te ayude.