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No se trata de un imaginario colectivo, ni de ficción, porque es la pura realidad…Están ahí, en un recinto que alberga y refiera la historia de los estudios en ciencias naturales, que resulta verdaderamente formidable conocer y contemplar con admiración y dejarnos boquiabiertos.
En suma, es quedar impresionados por lo que en el lugar se alberga, resguarda y encuentra de la historia natural, entre hojas clasificadas, bicos, insectos, fetos, etcétera.
Sí, se encuentra en la Capital del Estado, y en que mejor lugar del conocimiento, como lo representa la máxima casa de estudios en la entidad, como lo representa la Universidad de Guanajuato (UG).
Acercarse y conocer las ciencias naturales es un provechoso aprendizaje y experiencia acerca de la flora y la fauna.
Son sencillas y hasta contemplativas, nada difíciles de asimilar, por lo cual hay que tener infinita calma, serenidad y paciencia, si en verdad se desea conocer y aprender de la importancia, relevancia y trascendencia de las ciencias naturales. Es un amplio mundo de conocimientos.
MUSEO
Por cierto, es muy visitado por los curiosos, turistas e interesados en las ciencias naturales, para enriquecer sus conocimientos.
Desde luego, por grupos de estudiantes de los diversos niveles educativos, para conocer de cerca las ciencias naturales y observar el sinnúmero de colecciones de piezas de insectos, hierbas, cactáceas, entre otros aspectos ilustrativos, que se conservan en óptimo estado de conservación y debidamente clasificados.
COLECCIÓNES
Son verdaderas colecciones de piezas, incluso de mariposas, alacranes, mosquitos, entre otros, con sus características particulares, procedencia y ficha informativa, todo un mundo de conocimiento al alcance.
Lo anterior da continuidad al fortalecimiento del cuidado, respeto y conocimiento ambiental, en el Museo de Historia Natural ‘Alfredo Dugès’ de la Universidad de Guanajuato.
La colección del Museo Dugés es una de las mejor conservadas del país, se pueden encontrar invertebrados que van desde los seres multicelulares más sencillos como son las esponjas, hasta mamíferos de tamaño mediano como pumas, pasando por aves, reptiles y anfibios, además de mostrar a Guanajuato con sus 400 años de historia humana, en interacción con su fauna y flora.
Una de las exposiciones está dedicada a hacer una remembranza a lo que fue el antiguo gabinete de historia, donde se puede apreciar a un armadillo, un lince, un esqueleto humano, un lagarto, entre otros ejemplares exhibidos.
AMBIENTE
La segunda sala representa el ambiente marino desde corales a equinodermos, tiburones, tortugas y más especies donde se puede observar y conocer parte de la vida animal marina.
Esta colección de especies marinas, mamíferas y extintas ayudan a comprender desde otro ámbito la evolución y formación del mundo en las áreas biológicas.
EVOLUCIÓN
Otra de las exhibiciones refleja el proceso de la evolución animal, y de aquellas especies extintas o de las que están en peligro de extinción.
HOMENAJE
Cabe mencionar que el nombre del museo es en homenaje al Médico de Profesión, Alfred Auguste Delsescautz Dugès, quien donó su colección personal.
Fue el científico quien, además de impartir las cátedras de Botánica y Zoología en el entonces Colegio del Estado a finales del siglo XIX y principios del XX, también realizaba sus actividades didácticas y de investigación.
CACTÁCEAS
El programa abarca desde las características generales de la familia de las cactáceas, sus aspectos morfológicos, géneros mexicanos y exóticos más populares, hasta los sustratos y medios para el cultivo de éstas.
La Dra. Arreola Nava hablará acerca de la propagación de la especie a partir de la semilla y es coautora de una publicación sobre el género Opuntia (nopales) de Jalisco.
Actualmente, existen cerca de 200 géneros de cactáceas, distribuidas por Centro América y América del Sur, anotan los especialistas.
CONCLUSIÓN
Si nadie sabe, ni nadie supo, es porque no quiso.
Las ciencias naturales son afines a los humanos y, conocer su historial y trascendencia, sirve para ampliar conocimientos y criterios y apreciar lo que la madre naturaleza ofrece para preservarla y cuidarla.
Es por ello, que para conocernos a nosotros mismos, lo natural es aprender de los demás, incluso de lo natural que está presente y en los alrededores, pero se le resta la importancia debida.
Las ciencias naturales no son el mundo desconocido, ni la ficción, sino la plena realidad, que compartimos todos en el mundo en que vivimos, actualmente inmerso en las modernas tecnologías de comunicación.
Explicación: