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Respuesta:
Si bien a lo largo de toda la novela podemos afirmar que el tipo de narrador es el omnisciente, como ya de dijo, en la última frase de Cien Años de Soledad, se ve lo contrario, ya que se cambia el narrador. En este momento el narrador situado afuera de la historia pasa a ser un personaje a vivir dentro de la historia.
Explicación:
Respuesta:
G. García Márquez, Cien años de soledad, edición de Jacques Joset, Madrid, Cátedra, 1987. Todas las citas textuales pertenecen a esta edición. Entre paréntesis ponemos la página a la que corresponde la cita.
O. Carreras González, El mundo de Macondo en la obra de Gabriel García Márquez, Barcelona, Ediciones Universal, 1974, pág. 64.
J. A. Cuddon, A dictionary of literary terms, revised edition, London, André Deutsch, 1979, pág. 316.
D. Estébanez Calderón, Diccionario de términos literarios, Madrid, Alianza Editorial, 1996, pág. 507.
A. Marchese y J. Forradellas, Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Barcelona, Editorial Ariel, 1986, pág. 198.
Recuerde el lector los relatos de tradición oral sobre gigantes y otras exageraciones.
L. A. Sánchez, Proceso y contenido de la novela hispano-americana, 2ª edición, corregida y aumentada, Madrid, Gredos, 1968, pág. 567.
E. Camacho, "Cien años... veinticinco después", en Anthropos, nº 187, nov.-dic. de 1999, Barcelona, págs. 84-85.
M. Palencia-Roth, Gabriel García Márquez. La línea, el círculo y las metamorfosis del mito, Madrid, Gredos, 1983, pag. 69.
G. García Márquez, Cien años de soledad, estudio introductorio de J. Marco, 10ª edición, Madrid, Espasa Calpe, Colección Austral, 1989, pág. 19. La cita corresponde al estudio de J. Marco.
M. Palencia-Roth, op. cit., pág. 69.
Personajes como el coronel, Úrsula, etc. nunca serían caracterizados con estos rasgos, ya que los héroes nunca son soeces.
Como en la vida misma sucede.
En esto es un antihéroe.
Según explica J. Marco en su estudio citado, pág. 32.
A. Garrido Domínguez, "El discurso del tiempo en el relato de ficción", en Revista de Literatura, enero-junio de 1992, Madrid, CSIC, pág. 39.
Entre otras se pueden citar la de crear complejidad en el relato y en la explicación de hechos presentes, premoniciones, etc.
Véase el estudio introductorio de J. Marco, pág. 30.
Lotman, I., Estructura del texto artístico, Madrid, Istmo, 1978, pág. 23.
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