Con base en los últimos acontecimientos de la justicia colombiana en los que Jesús Santrich se ha visto envuelto en una serie de tira

y aflojes entre la justicia ordinaria y la JEP y en el que temas como la muerte de líderes sociales ha aumentado de manera considerable,

veamos el por qué no hemos aprendido de la historia sobre como la inquisición medieval tomó un rumbo inadecuado al momento de

juzgar las atrocidades en contra de una fe cristiana. Corría el año 1200 y Europa occidental, fragmentada por la puja del poder y los

abusos tanto eclesiásticos como aristocráticos, se debilitaba cada vez más ante las autoridades de la nobleza y del mundo de la fe.

Los Cátaros, habían sido una cultura disidente de las leyes del Vaticano y se consideraban así mismos independientes sustituyendo el

dogma católico por el dualismo oriental. Para el Vaticano a cargo del papa Inocencio III, era una provocación hereje por lo tanto y con

el apoyo de los reyes Capetos organizan la famosa Cruzada Albigense para acabar contra todos los Cátaros. Las cruzadas eran un

mecanismo de recuperación de los territorios que habían pertenecido a los cristianos y que por alguna u otra razón eran en la mayoría

de los casos, islámicos. En el año 1233, el sobrino de Inocencio III, el papa Gregorio IX y en vista del aumento de “herejes” postularía

la Inquisición Pontificia como legal dándole el manejo y control de ésta a los Dominicos y más adelante a los Franciscanos. La palabra

“inquisición” significa indagación y obedecía a un proceso por el cual, todo aquel que se consideraba hereje, se sometía a un tribunal

de concertación liderado por la iglesia.

Sin embargo, para la aristocracia esto no sería tan maravilloso pues si bien los procesos estaban limitados a sentencias de aprobación

de los reyes, los abusos de poder del mundo monástico gestaron una turba paz entre el estado y el Vaticano, dejando en un vacío la

definición de la justicia para el pueblo. En el año 1376, el teólogo e inquisidor general de la corona de Aragón Nicolau Eimeric, escribiría

“El manual de los Inquisidores” definiendo en sí, los postulados para identificar la brujería como herejía para ser ajusticiada con el santo

oficio de la inquisición. La historia describe que inclusive los reinos de Castilla y Aragón, nuestros reinos padres, de las manos de

Fernando e Isabel, los católicos le darían el poder a Nicolás de Torquemada como líder de la inquisición en España, en la que también

se verían envueltos miles de abusos por parte de las autoridades monásticas saliéndose de control. En 1569 el rey Felipe II implantó

la inquisición en América y en 1610 por medio de una cédula real, Felipe III implantaría la inquisición en Cartagena de Indias como

sede del nuevo reino de Granada saliéndose también de control por la manera como se hacía el juzgamiento de los esclavos. La

historia nos muestra que nadie ha querido actuar por su cuenta al momento de juzgar, pero a su vez todos lo quieren hacer. ¿Será

que, si no se hubiese creado la JEP, nuestra justicia sería más justa? ¿Quiénes son los inquisidores actuales, el estado? ¿La Jep? ¿El

pueblo? ¡¡¡Hágase la inquisición!!





del texto anterior

a.) Usted comparte la opinión del autor. Si no ¿Por qué?

doy coronita


JJJJJ5JJ: doy coronita

Respuestas

Respuesta dada por: alexchavezfigueredo
0

Respuesta:

si porque lo que dice el autor es cierto

Explicación:

jaja

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