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Explicación:
Este miedo se produce porque al hablar de radiaciones tendemos a pensar en aquellas que, por diversos motivos, han causado grandes daños a los seres vivos. Uno de los más temidos es la radiación nuclear, la cual lleva causando miedo desde mediados del siglo pasado, debido a accidentes como el de Chernóbil o, más recientemente, Fukushima.
La realidad es que no toda la radiación es mala, pero si puede llegar a serlo si uno se expone en exceso. Además, nos encontramos constantemente en contacto con radiaciones, sin ir más lejos, la solar, la cual sirve de ejemplo también para la negatividad de su exceso. Sin la radiación solar no podríamos vivir, pero exponerse demasiado a ella y sin protección, puede causar grandes daños en la pien, incluso cáncer.