5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española del siglo XX posterior a 1939 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto). PRUEBA SELECTIVIDAD MADRID CONVOCATORIA JUN 2014-2015 LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II. La protagonista de la última novela de Ana María Matute se llama Eva. El nombre de la primera mujer tal vez no sea una elección casual. Tal vez, su creadora lo eligió para simbolizar en ella el eterno círculo del principio que nunca alcanza otro final que el abocado a desencadenar un nuevo principio. Eva vive en España, en un pueblo grande o una ciudad pequeña, un mundo lento, amable, hasta que la guerra lo desgarra de pronto. Es el mundo favorito de Matute, el de sus grandes novelas de juventud, el que sostiene el asombroso alarde de energía juvenil que derrochan las últimas. En esa geografía pequeña, familiar y flamante a la vez, Eva reedita y confirma una de las grandes proezas de su autora. Ni la literatura española contemporánea, ni la misma España, serían ellas mismas sin las adolescentes de Ana María. Ana fue, desde el principio, una novelista descomunal, monumental, excepcional en más de un sentido. Era, además, una mujer tan inteligente que fue capaz de encontrar un camino propio, desbrozando a base de fuerza, y de talento, el campo de ortigas espinosas donde le tocó escribir. Ana fue una escritora valiente y, sobre todo, consciente, que nunca utilizó la literatura para eludir la realidad que la cercaba, ni para congraciarse con ella, como hicieron tantos escritores de su generación. Lo consiguió gracias a sus personajes, esas protagonistas memorables en las que la inocencia propia y la perversidad ajena integran una admirable metáfora de la vida cotidiana en la guerra y la posguerra de España. Ignorantes pero nunca estúpidas, desvalidas pero nunca patéticas, desarmadas pero nunca cobardes, sensibles pero nunca ñoñas, femeninas pero nunca empachosas, más valiosas en sus dudas que en sus certezas, y conmovedoras en la implacable voluntad de imponerse a la desolación que las rodea, ellas, encarnaciones de la propia Ana María, han representado para mí, a lo largo de la vida, una imprescindible galería de espejos vitales y literarios. Hacía falta mucho genio, mucha ambición, mucho valor y, sobre todo, mucha, muchísima calidad, para emprender una carrera como la que Ana María Matute culminó con clamorosa brillantez en la esteparia España de los años cincuenta. Yo tampoco sería la misma mujer, la misma escritora, si sus novelas no me hubieran enseñado a tiempo quién era yo, y dónde vivía. (Almudena Grandes, “Demonios familiares”, en El País Semanal, 19/10/2014)
Respuestas
El Cementerio de Automóviles es una obra poética del siglo XX, donde el dramaturgo Fernando Arrabal expresa su violencia característica. Arrabal fue el creador del Teatro del Pánico, era provocador, liberal y poseía elementos de vanguardia como el Dadaísmo y el surrealismo para la época.
El Cementerio de automóviles cuenta una historia que protagonizan dos individuos que viven en un desguace de automóviles, condenados así a una larga y desagradable convivencia, preocupados a diario únicamente por las funciones vitales para mantenerse en pie. Hay una pareja que solo puede ingerir agua y así una noche llegan al desguace los músicos Emanu y Tope quienes son perseguidos por la policía.
Esta obra es muy simbólica, primero y principal por que Emanu se parece o hace semejanzas a Emmanuel el “Dios con nosotros”. Se hace obvio que es una parábola de Jesucristo y uno de sus apóstoles.
Otro tema que el autor presenta en la obra son: la libertad, la inocencia, la religión, la sexualidad, la política y la muerte. El teatro de Arrabal es para ser representado, ya que al leerlo nos podemos perder en la trama fácilmente.
PRUEBA SELECTIVIDAD MADRID CONVOCATORIA JUN 2014-2015 LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II