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Respuesta:
Hace bastante más de un mes que en Chile vivimos un proceso de revuelta social que ha puesto de manifiesto la ira e impotencia frente a las injusticias que vivimos a diario. Es innegable lo desmedido y radicalmente brutal que resulta responder cacerolazos, o manifestaciones con torturas, balas, violaciones, secuestros y la mutilación de bastante más de doscientos ojos que jamás van a poder recuperarse. Para que no se olvide, para reclamar justicia y jamás puedan acallar que ¡En Chile se tortura! ¡En Chile se mutilan ojos! ¡En Chile se mata!
Explicación:
no se si servirá ( ´・ω・)
Respuesta:
E l pr im er cuarto del siglo X IX es la época de la Independencia de la
mayor parte de las colonias hispanoamericanas. Culminación de un proceso
que fermenta durante la segunda mitad del siglo X V III, pero que triunfará en Hispanoamérica a comienzos de la centuria siguiente.
Antes de 1825 se completó la liberación de todas las colonias españolas,
con la excepción de Cuba y Puerto Rico. Al cerrarse ese ciclo, quedan al
descubierto una serie de problemas fundamentales en las vidas de los nacientes estados. Problemas políticos, sociales, económicos, religiosos, culturales, ya visibles en el momento inaugural (como que eran, en parte, derivación y herencia colonial), pero pospuestos por la urgencia de la lucha
libertadora.
Estas vicisitudes pasan a planos principalísimos después de 1825. De
tal manera, escapan en buena medida al momento que estudiamos, centrado particularmente en los hechos militares y en los primeros y trabajosos
tanteos de organización político-social.
La historia de las antiguas colonias a lo largo del siglo X IX (y aun
en lo que va del X X ) muestra que no fue’fácil allanar las dificultades. Con
todo, para precisar períodos, es más justo decir que el primer tercio del
siglo X IX corresponde al básico fenómeno inaugural marcado por las Revoluciones de Independencia. Epoca donde todo se sacrifica al triunfo de
la causa patriota, particularmente en los campos de batalla y en los intentos iniciales de un orden jurídico.
Quedará para después resolver el candente problema de la organización, casi siempre ante las acechanzas de dos peligros notorios, la tiranía
y la anarquía. Males a los que contribuyen la indocilidad, la urgencia de
muchos y las ambiciones de no pocos, y que tantas veces pusieron en jaque las mejores intenciones y el sacrificio de los mejores.
Explicación:
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