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Respuesta:
Considero que el mal, a veces, debe ser considerado como la última de todas las opciones, ya que en efecto, puede haber situaciones en las que el mal produzca algo bueno, aquú un ejemplo
1.- Ante un ataque por robo, en defensa personal, hacerle daño al ladrón puede salvarnos la vida.
2.- Tantas guerras de independencia que se han producido a lo largo de la historia, para poder liberar a aquellos pueblos soldados tuvieron que matarse entre sí.
A lo que voy, es que esto no debería tomarse como un pretexto para hacer malas acciones creyendo que es por un buen fin, como ya mencioné el mal debe considerarse como el último de los recursos
Y analizando los dos ejemplos anteriores te lo explico, si en lugar de hacerle daño al ladrón, tienes la oportunidad de huir rápidamente, será mucho mejor, y en todas aquellas guerras, si hubiesen intentado dialogar más razonablemente y solucionar el conflicto, no habrían muerto tantas personas.
Saludos.