escribe tres coplas de la discriminación,porfa me ayudan si no saben no respondan ;-(
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Música, comedia, un punto de drama y asomos de tragedia para una historia «tan compleja como la condición humana». Así fue definida durante su presentación 'La copla negra', obra teatral de Antonio Álamo que esta tarde se estrena en el Palacio Valdés , en lo que es también el debú avilesino de la compañía gaditana Chirigóticas.
La propuesta conmemora el Día Internacional de la Mujer por medio de las artes escénicas, con un montaje «en el que la ironía nos hace reír de una cuestión tan dura y terrible como puede ser la violencia de género», afirmó Álamo durante el acto de ayer. Una impresión correspondida por el elenco de actrices, del cual Ana López Segovia certificó que «durante los ensayos, en medio de las risas, es normal que notemos cómo nos corre alguna lágrima». Y es que la amargura de una historia ambientada en un burdel donde se rebaten muchas teorías y tópicos «entremezcla las figuras de verdugo y víctima en toda su complejidad», algo que «cualquiera que conozca de cerca este tipo de violencia entenderá perfectamente», añadió su compañera Alejandra López.
En todo caso, el humor sobrevuela constantemente esta narración, un elemento que Teresa Quintero, tercera actriz del reparto, reivindicó «como muestra del carácter de Cádiz, que se ve perfectamente en las chirigotas de Carnaval y que quizá cueste comprender en su totalidad para quien no conozca ese ambiente». La música, a ritmo de copla y también de géneros modernos como el hip hop, «se basa en las letras que ha hecho la propia Ana, cuya valía va a hacer que se la rifen a partir de ahora», aventuró el director.
Todo para una historia en la que las tres protagonistas «se desdoblan en papeles femeninos y masculinos», dando una réplica a una forma de travestirse en escena «que en el teatro de Shakespeare era normal que lo hiciesen los hombres». Las dos sesiones de esta tarde, a las 18 y a las 20 horas, fueron celebradas por los ediles de Cultura e Igualdad, Román Álvarez y Ana Hevia, como «un esfuerzo conjunto que vale la pena».