Respuestas
Hace ya mucho tiempo, me contaron una historia que no tiene desperdicio. Los protagonistas eran dos jubilados: Angelina y su perro tronko.
Una mañana mientras veían desde su terraza el desfile de un circo… apareció el portero del edificio de al lado con un gato en la mano.
_¡Quiero que te comas las palomas!-gritó el portero- ¡Odio sus arrullos, que no me dejan oír los cotilleos de la tele.
Pero el gato de nuestra historia era un felino pacífico y vegetariano, y no quería matar palomas. De manera que se pasó sin comer todo ese día. Y otro día… Y otro día mas. Hasta que una mañana, hambriento, decidió acorralar una paloma distraída.
_¡Por favor deja que me largue!-suplicó la paloma- Estoy invitada a una boda en el quinto pino, y me apetece seguir aleteando!; nuestro gato bostezó de hambre, dio media vuelta, y la dejó escapar.
_Muchas gracias compadre-se despidió la paloma.
Justo cuanto mas débil se encontraba el felino, cayó una bolsa de las alturas. Estaba tan repleta de comida gatuna, que después del atracón tuvo que echarse una siestecita, A partir de entonces, varias veces al día caía del cielo una bolsa con comida, servilletas incluidas. Pero, ¿de dónde salía todo aquello?
Respuesta:
Respuesta:Fui al parque y no encontré a nadie. Entonces regrese a casa cuando alguien me dijo que había una fiesta en la plaza de mi cuidad. Después fui a la plaza y encontre a muchas personas.