• Asignatura: Historia
  • Autor: ym558335
  • hace 1 año

una conclucion de .... la conquista de america

pliz <3

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Respuesta dada por: camilatrinidadbordon
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Respuesta:

Este estudio ha enfocado la apropiación de la Conquista en las crónicas de los siglos XV y XVI y en los hipertextos literarios y fílmicos del siglo XX, revelando que la concepción de la Conquista y de sus actantes varía considerablemente en los textos singulares. El caso más extremo de interpretaciones variadas se encontró en los textos sobre Lope de Aguirre. Su ejemplo demuestra una de las razones para las evaluaciones dispares, que residen en la instrumentalización ideológica. Pero además hay que tomar en cuenta que cualquier narración ficcional literaria y cinematográfica constituye una apropiación secundaria de la historia, puesto que se basa en una primera apropiación, llevada a cabo en las crónicas. No obstante, las representaciones artísticas influyen en el imaginario histórico de una sociedad. Con ello, las narraciones ficcionales adoptan funciones productivas para la memoria colectiva, es decir: las ficciones literarias y fílmicas transmiten visiones sobre todo latinoamericanas del Descubrimiento y de la Conquista que se oponen muchas veces al discurso colonialista oficial que se reactualizó en España tanto por parte del PSOE como del PP en 1992 (ver Rings 2010: 18). El contradiscurso ficcional abarca la inversión de perspectivas –al estilo de “El 12 de octubre de 1492 fue descubierta Europa y los europeos por los animales y hombres de los reinos selváticos” (Posse: Daimón, p. 26)– e incluye la posibilidad de incluir hechos ficticios como, por ejemplo, que los aztecas llegaron antes de 1492 en globos a Düsseldorf (Posse: Los perros del paraíso, pp. 11 y 39). Estas (dis)torsiones no son gratuitas, sino que revelan la contingencia de la historia y la arbitrariedad de su representación. De ahí que no sea sorprendente que lo literario irrumpe –al igual que lo ficticio– en el discurso historiográfico (ver Jaeger 2002b), lo que se confirmó en las crónicas analizadas en este trabajo (ver, por ejemplo, Naufragios en el capítulo 4.1). Si la historiografía se acerca a las formas literarias y a la ficción, los acontecimientos, la experiencia subjetiva y la actuación heroica del cronista-protagonista resaltan a través de un re-enactment narrativo. Por otra parte, la irrupción del discurso historiográfico en la literatura llevó consigo una apropiación del mismo discurso y de la teoría de la historiografía que se reconstruyó en los análisis de aquellas nuevas novelas históricas que son altamente autorreflexivas. En este punto los textos fílmicos se distinguen radicalmente de los textos literarios, puesto que los largometrajes analizados en este trabajo carecen –con excepción de Bolívar soy yo y También la lluvia– del nivel metahistoriográfico o metaficcional. Que esta carencia no se debe a límites expresivos del cine se observa en ciertos cortos experimentales: ver, por ejemplo, la adaptación ← 131 | 132 → del cuento “Las babas del diablo” de Cortázar por parte de Keren Cytter (2008). El formato digital de este corto indica una de las razones: al contrario de los largometrajes, que deben adaptarse a las condiciones de la gran pantalla y con ello al circuito comercial, los cortos tienen mucho más libertad artística porque no deben someterse a las reglas del mercado cinematográfico.

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