ayudenme y le doy corona al primero que me responda pero solo al primero porque nose como ponerle a los demas
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
¿ Porque la gente quería unirse a los apóstoles?
Cuando Cristo estuvo en esta tierra, una vasta multitud lo seguía. Venían por muchas razones, algunas nobles, otras egoístas. Lo mismo ocurre hoy en día. Es importante entender lo que motiva a la gente a venir a Cristo, ya que no todos los que lo buscan son en verdad sus seguidores. De hecho, cada uno de nosotros debe analizar su propio caminar y preguntarse: ¿Qué es lo que quiero de Él? ¿Qué tan comprometido estoy a ser su discípulo?
Explica porque no había pobres entre los cristianos
Un pobre en espíritu es quien sabe que esta arruinado espiritualmente cuando estamos sin Dios. Es quien que está desprovisto de toda virtud y reconoce su pobreza total ante el Señor. “Se refiere a la profunda humildad de reconocer la absoluta bancarrota espiritual de sí mismo, cuando estamos apartados de Dios”.
todos ellos tenían un amigo común era
Dios
como llevaron los apóstoles el mensaje de Jesús a otros piases
Los Hechos de los Apóstoles describen los orígenes de la Iglesia y cómo los primeros seguidores de Jesús continúan su misión. Este es el único relato que nos habla de este tema en todo el NT. ... Es importante tener en cuenta estas limitaciones cuando nos acércanos al Libro de los Hechos.
La fe cristiana nos remite a unos hechos del pasado, la vida muerte y
resurrección de Jesús, que tuvieron lugar de una vez para siempre, como repite
muchas veces la Carta a los Hebreos. El cristianismo no se reinventa en cada
generación, sino que tiene unos puntos de referencia claros y es esencial mantener
la vinculación con los orígenes.
La Iglesia es una comunidad de tradición en el sentido hondo, profundo, de esta
palabra; pero la vinculación con los orígenes no quiere decir que haya que repetir
fórmulas acuñadas en el pasado y que hoy pueden resultar ininteligibles; de la
misma manera que el seguimiento de Jesús no es mera imitación, las circunstancias
son hoy totalmente diferentes, cambiables. No hay que desvirtuar el pasado, sino
que hay que hacerlo significativo y relevante en el presente, y esto exige creatividad
y libertad.
Se puede atentar contra la fidelidad porque, en el afán por encarnar la fe,
rompemos con el origen; pero también se puede atentar contra la fidelidad porque
fosilizamos el pasado, repitiendo fórmulas que hoy no dicen nada, o manteniendo
instituciones anacrónicas.
En mi opinión, creo que en nuestra Iglesia hay más infidelidad por mera
repetición del pasado, irrelevante y cómoda, que por temerarias formulaciones
novedosas. Se sospecha con rapidez de quienes se esfuerzan por abrir caminos
nuevos al evangelio en el presente; mientras no es raro que se considere fidelidad lo
que no es sino adocenamiento, comodidad y nostalgia del pasado.