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La guitarra eléctrica es uno de los instrumentos de cuerda más importante en la era moderna y ha sido imprescindible en muchos géneros creados a lo largo de la historia entre los que se encuentra el Blues y el Rock. Se trata de un instrumento con uno o varios transductores electromagnéticos (pastillas o pickups en inglés) los cuales realizan la función de convertir las vibraciones de las cuerdas en señales eléctricas para después poder ser amplificadas.
A lo largo del tiempo se han realizado guitarras eléctricas de diversos tipos y que después se han ido mejorando. Las primeras en inventarse fueron las de “cuerpo hueco” ya que derivaban de otras anteriores de caja a las que se le incorporaba un micrófono para amplificar la señal.
La guitarra eléctrica tiene que estar conectada obligatoriamente mediante un cable (normalmente llamado jack 6,3 mono) a un amplificador o un sistema de amplificación, un inalámbrico, un ordenador, una mesa de mezclas… para poder después tratar la señal a nuestro gusto y escucharla.
Podemos diferenciar tres grandes grupos de guitarras eléctricas dependiendo del tipo de pastillas (o micrófono) incorporado.
Guitarras con pastillas simples
Son las más habituales en el mercado, estas cuentan con un solo bobinado de forma que el sonido que recoge tiene más “brillo” y normalmente genera un ruido al saturarse por algún efecto de distorsión. Son típicas de guitarras Fender Stratocaster o Telecaster.
Guitarras de doble bobinado o pastillas dobles
Se trata de un meanismo igual que el anterior pero doble. La función que pretenden es generar una señal libre de ruidos, un sonido más grave, grueso y nítido. Las más típicas de pastillas dobles son las míticas guitarras Gibson como los modelos Les Paul y SG.