Respuestas
La orina, que se fabrica en los riñones, contiene los productos secundarios de nuestro metabolismo corporal (sales, toxinas y agua) que acaban en la sangre. Los riñones y las vías urinarias (que incluyen los uréteres, la vejiga y la uretra y los riñones) filtran y eliminan de la sangre estas sustancias de desecho. Si no tuviéramos riñones, los productos de desecho y otras toxinas se acumularían enseguida en la sangre hasta alcanzar concentraciones peligrosas.
Aparte de eliminar los productos de deshecho, los riñones y las vías urinarias también regulan muchas funciones corporales importantes. Por ejemplo, los riñones controlan y mantienen el equilibrio corporal de agua, asegurándose de que nuestros tejidos reciben suficiente cantidad de agua para funcionar bien y estar sanos.
1- Deshidratación. El agua es indispensable para eliminar los desechos metabólicos a través de la orina. Para que estos desechos sean eliminados, deben ser trasladados hasta la vejiga por medio de un líquido (el agua). Recordemos que los riñones permiten la recaptación de agua; Si una persona está deshidratada, se utilizará menos agua (en realidad, se reabsorbe más agua) para transportar los desechos hasta la vejiga. Por eso, la gente que está deshidratada tiene una orina más concentrada. Por el contrario, una persona que está sobrehidratada o que ha consumido alcohol (el alcohol inhibe la reabsorción de agua en el nefrón) tendrá una orina más diluida.
2- Volemia. La volemia es el volúmen de la sangre. Cuando el volumen es muy bajo (por ejemplo, debido a una hemorragia), se fomenta la reabsorción de agua en los nefrones. Al devolverse más agua desde los nefrones a la sangre, aumenta el nivel de la sangre. Por lo tanto, la orina estará más concentrada. Lo mismo ocurre si uno consume mucha sal. El cuerpo intentará equilibrar la cantidad de sal diluida en agua, por lo que si hay mucha sal en la sangre, habrá menos agua en la orina, y esta será menos concentrada.