• Asignatura: Historia
  • Autor: yozuarzapa
  • hace 2 años

responde y le
El fenómeno religioso se ha considerado y explicado desde muchos
puntos de vista. Algunos lo han explicado desde el propio matiz
religioso, como la necesidad producto de un mandato divino, y por lo
tanto, sin necesidad de justificación. En tanto, otras personas, en
oposición a ese punto, la han explicado como producto y símbolo de
ignorancia, incluso como un reflejo de debilidad y fragilidad mental.
• La religión se ha explicado de muchas maneras. Se habla de ella a
partir de sus orígenes históricos, como fenómeno antropológico, como
fenómeno social. Generalmente estos puntos de vista no están
exentos de pasiones: desde los teólogos que toman como punto de
partida la revelación bíblica y a partir de ahí justifican la existencia del
mundo, hasta puntos radicalmente opuestos como los del positivismo,
que considera a la religión como el estado intelectual más primitivo de
explicarse el mundo.
Pero más allá de estas polémicas, tenemos frente a nosotros una
pregunta mucho más profunda: ¿Por qué tenemos religión?
Ese “por qué” lo podemos dilucidar a través de los conocimientos que
nos proporciona la psicología. El ser humano es un ser limitado. Si
suponemos al hombre (como especie, es decir, como hombre y mujer)
en su estado más primitivo, cuando ha satisfecho sus necesidades
vitales y no corre ningún peligro, una noche observando la inmensidad
de la bóveda celeste, se hace consciente de lo pequeño que es en
relación al infinito. Piensa en los miembros del clan que murieron

durante una cacería, por una enfermedad o por alguna enfermedad o
cataclismo. Piensa en los fuertes animales a los que persigue o que lo
persiguen. Se hace consciente de que es limitado y endeble. Este
sentimiento es la angustia cósmica: la angustia ante lo infinito.
En este estado de angustia, el ser humano busca una explicación a su
limitación, entender por qué siendo un animal tan débil, tan en
desventaja, se encuentra en este mundo. Quiere saber cuál es su
finalidad. Ante su finitud y las dudas sobre el sentido de su vida, le
surge otra necesidad: la trascendencia. La trascendencia es la idea de
que el ser humano tendrá una continuidad en su existencia, que todo
aquello que hace no se pierde y acaba con la muerte.
Los niños son, entre los seres humanos, los más frágiles y desvalidos.
El niño tiene la necesidad de ser atendido y comprendido por aquellos
que los rodean, por los adultos. Y a la vez, el niño se aferra a esas
entidades superiores, sus padres y los ancianos del clan, de quienes
recibe la protección y el conocimiento. El ser humano adulto
comprende que al igual que el niño tiene en sus padres una entidad
superior y protectora, también él requiere la protección de una entidad
superior. En muchos casos se pensó a estas entidades con la misma
estructura y jerarquía de la relación familiar: Un gran guerrero de la
tribu, y la matrona del clan, después de su muerte, permanecen y
trascienden: protegen al clan, propician la cacería, los defienden de
otros clanes… y también siguen siendo objeto su sus pasiones:
sienten ira, que manifiestas en el rayo, el temblor o la tempestad;
también se alegran y dan la lluvia y la fertilidad. Son divinidades
propias de cada clan, de cada grupo, de cada nación.
Esta necesidad de aferrarse a una entidad superior y exclusiva es lo
que origina el fenómeno religioso. Este fenómeno ha tenido matices
diversos en cada época y zona geográfica, cada una ha tenido su
propia cosmología, su sistema de creencias, su jerarquía de dioses y
sus rituales; y ante la diversidad de dioses, también se piensa en que
el propio, el de cada grupo es superior o único, y ha dictado un
sistema de verdades que deben ser reconocidas por el resto de la
humanidad. El hombre actual tiene esa misma necesidad de aferrarse
a una entidad superior y exclusiva, que le dé sentido a su vida y al
mundo que le rodea. Por ello nos encontramos frente al sentido

absolutista que se le da a las religiones, al horóscopo, a la brujería o a
la ciencia misma, cada una de ellas como un sistema de verdades
absolutas e irrefutables, al que se deben doblegar el resto de
creencias hasta su desaparición.
• En conclusión, La religión es una necesidad del ser humano que
surge desde el momento mismo en que toma conciencia de su finitud y
su debilidad. Esta necesidad de una entidad superior que explique el
mundo que le rodea y el sentido de su vida y su trascendencia, no es
característica únicamente del hombre antiguo. El hombre moderno
sigue teniendo la necesidad de aferrarse a un sistema de creencias y
a una entidad superior que le proporcione un sistema de creencias y
verdades absolutas que den sentido al mundo y a su trascendencia.
La religión, el horóscopo, la ufología y la ciencia, son algunos de los
sistemas de creencias a los que se aferra el hombre contemporáneo.
¿Qué significa cuando el autor se refiere, “generalmente estos
puntos de vista no están exentos de pasiones, desde los teólogos”?

Respuestas

Respuesta dada por: frankrengifo090
1

Respuesta:

la verdad es que no entiendo

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