Respuestas
Señor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
PRESIDENTE
REPÚBLICA DE COLOMBIA
Narni, 20 de enero 2014
Asunto: Continúan violaciones sistemáticas a los DDHH, pese a la solicitud de perdón del 10 de diciembre a la CdPSJA.
Respetuoso saludo,
Esperábamos comenzar esta carta, que teníamos prevista escribir a inicios de enero con motivo de su acto de retracción y solicitud de perdón a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, augurando un 2014 sin más atentados a la dignidad de las personas en Colombia. Sin embargo, teniendo en cuenta las denuncias que nos han llegado en los últimos días, tanto de la Comunidad de Paz como de las Comunidades de Afrodescendientes de las cuencas del Jiguamiandó y Curvaradó, por desgracia tememos, al igual que en los años anteriores, que el respeto a los derechos humanos y, sobre todo, el cambio de políticas y de actitud de las autoridades que tienen en sus manos el devenir del país, seguirá siendo un objetivo por conseguir.
Con el respeto que usted, primer mandatario de Colombia, nos merece y con la esperanza que proporciona el inicio de año nuevo, lo invitamos a que considere, junto a su equipo de Gobierno, la grave situación que atraviesan sus conciudadanos, ante las permanentes amenazas de los paramilitares y militares cuyo propósito es la sumisión de las consciencias en aras de imponer un modelo de desarrollo y progreso que solo beneficia a unos cuantos y cuyos efectos negativos son para la mayoría de los colombianos.
Por ello, insistimos en evidenciar que la vulnerabilidad del respeto de los derechos humanos en Colombia no es una cuestión coyuntural, ni tampoco de implementar campañas de formación o de propaganda para visibilizar la disminución de muertes violentas ante la comunidad internacional. El abuso de poder por parte de las fuerzas militares, comprobado en el reciente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la operación Génesis -que declara responsable al Estado por la violación de varios derechos consagrados en la Convención Americana de Derechos Humanos -, por dar un solo ejemplo, evidencia que en altas esferas estatales y de las fuerzas militares, en algunos casos, la doctrina del respeto de los derechos humanos está sometida a sus intereses como mecanismo de control social, para seguir favoreciendo sus posiciones y continuar con el despojo del patrimonio de la mayoría de los colombianos; desterrándolos de sus tierras, ultrajándolos y cometiendo todo tipo de arbitrariedades con la justificación de la protección, el desarrollo y el progreso económico del país.
Por eso, señor Presidente, corresponde a usted y a su equipo de Gobierno, en primer lugar, estar convencidos de la necesidad de cambiar el enfoque para afirmar la cultura del derecho en vez de la cultura de la exclusión, la desigualdad y la violencia. Colombia solo podrá ser modelo de progreso y desarrollo cuando en su territorio el respeto de la dignidad de las personas sea la premisa de las políticas de gobierno y del actuar militar.
Usted en dicho acto se refirió a Mandela, haciendo alusión a la valentía de los que perdonan, para invitar a la Comunidad de Paz a pasar página de los incidentes y las atrocidades del Estado colombiano de las cuales han sido víctimas en sus 17 años de proceso a favor de la paz y de la reivindicación de sus derechos constitucionales. Estando totalmente de acuerdo con usted, reconocemos que perdonar sí es un acto de valientes y, efectivamente, creemos que la Comunidad está conformada por un conjunto de mujeres y hombres valientes que a pesar de todas las injusticias contra ellos/as no han optado por la vía de la violencia para defenderse. Sin embargo, para nosotros acompañantes internacionales no es fácil entender cómo se puede pedir a una comunidad de víctimas que perdonen cuando el propósito de la enmienda y la no repetición de las violaciones todavía es un hecho por verificar.
Por eso, a pesar de que hayamos comenzado el año recibiendo las denuncias de los links que le indicamos abajo, esperamos que el 2014 sea el año en el que en Colombia, los altos vértices del poder reconozcan la esencia y el valor de la dignidad humana para que se convierta en realidad la no repetición de los crímenes y haya cero impunidad ante los hechos que ahora le remitimos.
En este nuevo año le deseamos valentía para que usted y su equipo se comprometa a trabajar a favor de las víctimas, como también indicó Mandela: “Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”.
Agradecemos su amable atención.