Escoge uno de los siguientes temas y escribe un argumento a favor y uno en contra para defender y refutar la afirmación que hayas elegido: a) El sándwich es mejor que el completo. b) Los bailes folclóricos son algo machistas. c) El lenguaje se da por el uso, no por las reglas. *
Respuestas
Respuesta:
los grupos quienes producen sus propias normas, y que serán estas las
que permitan a los individuos adaptarse adecuadamente al medio, los
autores identifican en los sujetos dos puntos de referencia normativos:
la percepción sobre la conducta que los miembros de la sociedad o del
grupo esperan de él y la percepción acerca de la conducta que se puede
observar en esos grupos.
Finalmente, Fernández Dols, plantea que las normas sociales, formales e informales no siempre son generadas por el propio grupo y, aún
en el caso de que lo sean, no siempre poseen una clara funcionalidad. Con
frecuencia pueden ser disfuncionales y acarrear graves problemas para la
supervivencia del propio grupo (Fernández Dols, 1993, p. 92).
En este sentido, el autor, propone el concepto de “norma perversa”,
no como un tipo especial de norma, la perversidad no tiene que ver con la
prohibición o el fomento de ciertos comportamientos, tampoco se refiere
a normas intrínsecamente malas; más bien el concepto de norma perversa hace referencia a un grupo de normas que pueden estar presenten en
todo tipo de sociedades y que buscan regular diversos comportamientos.
En tanto que la perversidad se centra en los efectos que la norma puede
provocar bajo determinadas circunstancias.
El lenguaje es una construcción social, en tanto en cuanto permite
la interacción con los demás, en ese sentido, también está sujeto a este
proceso normativo descrito en los párrafos precedentes. Así como las
normas fueron en un principio prescripciones orales hasta convertirse en
normas institucionalizadas y organizadas en códigos o reglas de conducta, las lenguas también fueron en un inicio habladas, así la transmisión
oral era la única vía de compartir el conocimiento (Elkartea, 2010); pero,
en algún momento, al ser humano le pareció insuficiente.
Con el surgimiento de las civilizaciones, las organizaciones sociales
se fueron haciendo cada vez más compleja, y se hizo patente la necesidad
de establecer normas y de hacer que estas fueran accesibles para quienes
las necesitaban (Elkartea, 2010, p. 11), de esta manera surge la escritura,
sin embargo, al existir un sinnúmero de lenguas, los alfabetos escritos
también debieron ser varios, al centrar la atención en el idioma español,
es la Real Academia de la Lengua, la que ha procurado normalizar el uso
de esta lengua, en sus diferentes acepciones.
Las normas propuestas por esta institución pueden identificarse
dentro de las normas institucionales para regular el uso correcto de la
lengua; pero en términos generales las normativas para el uso del lenguaje no siempre son utilizadas y mucho menos respetadas por la comuni-
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Sophia 20: 2016.
© Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador
El uso del lenguaje, más allá de las normas
The use of language, beyond the rules
dad hablante, quién ha originado una suerte de su propia gramática, la
misma que va mucho más allá de la región donde ésta se desarrolle, en
este sentido, la comunidad busca nuevas formas de expresión propias del
momento histórico en el cual se encuentra, de la edad, de los intereses,
de la educación y en la actualidad las nuevas formas de comunicación
propias de las herramientas tecnológicas utilizadas, como las redes sociales por ejemplo; al respecto, basta observar éstas últimas llenas de faltas
ortográficas, de sustituciones de palabras, de cambios en las estructuras
sintácticas que a pesar de transgredir las normas gramaticales, son muy
aceptadas y difundidas como formas comunicativas.
Así, siguiendo esta línea de pensamiento y si bien es cierto, el término de “norma perversa” es utilizado para hacer referencia a las diversas
normativas impuestas en la sociedad, cabría preguntarse si esté término
no se encuentra también vigente en el contexto del uso del lenguaje, en
tanto en cuanto como se ha expuesto en líneas anteriores, parecería que
en la actualidad el uso correcto del lenguaje ha perdido su vigencia y se
prioriza ahora el manejo de formas lingüísticas meramente utilitarias,
arbitrarias que desdibujan la riqueza del idioma español y transgreden de
alguna manera todas las reglas ortográficas vigentes. ¿Será entonces que
existe también en la comunicación una suerte de normas perversas, que
son necesarias identificar y manejarlas dentro del contexto de la producción escrita como vía de comunicación?
Por tanto, el objetivo de este trabajo es realizar una reflexión, estableciendo un paralelo entre la Psicología Social y la Psicología del
Explicación: