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1. ¿Qué es el desplazamiento forzado y por qué se considera una crisis?
El desplazamiento forzado se refiere a la situación de las personas que dejan sus hogares o huyen debido a los conflictos, la violencia, las persecuciones y las violaciones de los derechos humanos. Actualmente, casi 60 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza en el mundo, convirtiéndose en refugiados (19,5 millones), desplazados internos (38,2 millones) o solicitantes de asilo, y se trata de la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. Si la población de desplazados por la fuerza fuera un país, sería el vigesimocuarto más grande del mundo, lo cual pone de relieve cuán grave es este problema. Sin que se vislumbre un final cercano de los conflictos, que son los principales factores que impulsan el desplazamiento, se prevé que esta crisis empeorará. El desplazamiento forzado tiende a ser prolongado y, en muchos casos, dura décadas. En 2014, pudieron regresar a sus países de origen solo 126 800 refugiados, la menor cifra en 31 años.
2. ¿Estas personas no son acaso migrantes que se trasladan en búsqueda de oportunidades económicas?
Es importante reconocer la diferencia entre migrantes económicos y desplazados por la fuerza. Un migrante opta por dejar su hogar en busca de oportunidades económicas, por lo general trasladándose a países donde existe demanda de sus competencias y de esta manera contribuir a la economía y aumentar sus ingresos. Los desplazados por la fuerza huyen de los conflictos, la violencia, u otros peligros, con el fin de encontrar seguridad y medios de subsistencia. A menudo experimentan un trauma, no tienen activos y quedan en el limbo, terminando en destinos donde no hay oportunidades de trabajo.
3. Se habla mucho acerca de los "migrantes climáticos." ¿No es esto preocupante, dado que el mundo busca abordar los impactos del cambio climático? ¿Qué pasa con las personas que son forzadas a trasladarse debido a los desastres naturales?
Los cambios en el medio ambiente siempre han impulsado la movilidad de las personas, pero hay cada vez más pruebas de que el cambio climático, los desastres y otros factores ambientales pueden desempeñar un papel cada vez más importante en la migración, en particular en el mundo en desarrollo. Se prevé que estos elementos afectarán a todas las formas de migración en África. Diversos estudios han concluido que la escasez de recursos provocada por razones ambientales —en combinación con las vulnerabilidades socioeconómicas, políticas e institucionales— puede conducir a la fragilidad, creando condiciones para una migración en gran escala. Es por esto que las iniciativas regionales del Banco Mundial y otras intervenciones en la región del Sahel, los Grandes Lagos y el Cuerno de África tienen como objetivo crear capacidad de adaptación.
4. ¿No se trata esto de una emergencia humanitaria, dada la necesidad urgente de ayuda?
El desplazamiento provoca un tremendo sufrimiento humano y es sin duda un problema humanitario dado que la atención y la manutención son a menudo prioridades inmediatas. También se reconoce como un problema del desarrollo, sobre todo en situaciones prolongadas, debido al importante impacto socioeconómico que tiene en los desplazados por la fuerza, así como en las comunidades y los países de acogida, y los lugares de origen. La mayoría de los refugiados proceden de países en desarrollo y son recibidos en países en desarrollo, como es el caso de los desplazados internos, presentando un desafío particular para las personas extremadamente pobres y vulnerables, como los jóvenes, las mujeres y los niños. Actualmente, el Banco Mundial realiza un estudio analítico sobre el desplazamiento forzado como una cuestión de desarrollo con el fin de mejorar el conocimiento en este campo.
5. ¿Los programas de desarrollo para los desplazados los disuadirán de regresar a casa?
Los desplazados a menudo viven sin tener oportunidades durante periodos prolongados, lo que los empuja más hacia la pobreza. La propia experiencia del Banco Mundial indica que cuando a los desplazados se les ofrecen soluciones para restablecer una cierta normalidad en sus vidas y ser autosuficientes, ellos están en mejores condiciones de contribuir a sus comunidades de acogida. También están mejor preparados para volver a sus hogares cuando la situación mejora en dichos sitios.