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Respuesta:
. La Ley Eterna
Primero, la Ley Eterna. Si la ley en general no es más que un cierto dictado de la razón práctica por parte de quien gobierna a una comunidad, entonces todo está gobernado por la razón divina.
Y Dios es el gobernante del universo, existe una ley que no está sujeta al tiempo y es eterna.
El razonamiento será rechazado por ateos y agnósticos, quienes actúan igual basados en la creencia de que Dios no existe y sobre esa base abandonarán el resto del razonamiento de Aquino. Solo puede señalarse que es una gran pérdida que lo hagan, pues seguir adelante les dará una idea que subsiste a pesar de negar la existencia de Dios.
La Ley Divina
es la Ley Divina. Es una ley necesaria, adicional a la Ley Natural y a la Ley Humana. Es necesaria para dirigir a la vida humana y es la ley revelada.
Tomás habla de la Revelación, de los que Dios se ha encargado de decir a las personas mismas. Es una ley que, por supuesto, será rechazada por ateos y agnósticos, pero que tiene un sentido pragmático notable.
La Ley Natural
La segunda de los cuatro tipos de leyes que propone santo Tomás, es la Ley Natural. Todo participa en la Ley Eterna de cierta manera y ella está impresa en todo de acuerdo con sus inclinaciones naturales y propias.
La participación de los seres racionales en esa Ley Eterna se llama Ley Natural. Las criaturas racionales, como el resto del universo, está bajo la providencia divina y ellas tienen una inclinación natural a acciones y fines propios.
La idea es de efectos largos. Afirma que en la misma naturaleza de todo existen preceptos o leyes adecuados a todo lo existente. A todo, sin excepción.
Eso incluye al ser humano, en cuya naturaleza está impresa una ley acorde y que señala lo que es bueno y lo que es malo para las personas.
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