dos mitos de dos civilizaciones antiguas distintas
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1. La caja de Pandora
Todos hemos oído en alguna ocasión la expresión “abrir la caja de Pandora”, y la mayoría tiene al menos la noción de que esta expresión hace referencia a un mito griego, que nos habla del precio de la curiosidad malsana y del nacimiento de los males del mundo, pero también de la esperanza. Pese a que existen varias variantes de este mito, el más habitual y conocido es el que sigue:
“Pandora fue la primera mujer humana, creada por Hefesto por orden de Zeus y siendo dotada por los diferentes dioses de algunas de sus mayores cualidades y virtudes, pero también incluyendo la capacidad de seducir y mentir. Su creación obedece al deseo del rey del Olimpo de vengarse de Prometeo y los suyos.
El dios hizo que Pandora y el hermano de Prometeo, Epimeteo, se conocieran, y propició que con el tiempo se casaran. Pero Pandora recibió también una caja destinada a su marido, en la cual estaban encerrados todos los males del mundo, con instrucciones de no abrirla jamás. Sin embargo uno de los dones que había recibido Pandora era el de la curiosidad. Un día, la mujer abrió la caja para mirar qué había dentro, algo que provocaría que todos los males salieran de la caja y se repartieran por el mundo. Asustada, Pandora cerró la caja, pero en ella solo quedaba la esperanza. Entonces Pandora se dedicó a ofrecer la esperanza a los hombres, con el fin de ayudarles a soportar los males y vicisitudes del mundo".
2.El mito de Sísifo
Otro mito griego relativamente corto es el de Sísifo, rey de Éfira (posteriormente Corinto, ciudad de la que se le considera fundador en los mitos). Este mito ha sido utilizado como simbolismo del precio de la avaricia y el engaño, además de a la realización de esfuerzos inútiles (especialmente por el castigo que se le infligió). El mito dice lo siguiente.
“Hubo un tiempo en que la región de Éfira tuvo un rey de nombre Sísifo, de gran astucia pero que tenía en gran defecto de ser tremendamente manipulador y avaricioso. Pero llegó un día en que su ambición y sus actos llegarían a provocar la ira de Zeus al acusarle del rapto de la ninfa Egina ante el padre de esta, Asopo, a cambio de fuentes de agua dulce para su ciudad. Zeus ordenó a Thanatos que acudiera a llevarse al rey Sísifo al inframundo, pero una vez allí el taimado rey invitó a la deidad de la muerte a comer, engañándolo de tal modo que consiguió encadenarlo en una celda.
Al estar la muerte encerrada no se producían muertes, algo que terminó por enfurecer a Hades y hacer que finalmente se decidiera que Ares liberara a Thanatos y llevara a Sísifo el inframundo. Sin embargo, el inteligente rey pidió a su esposa que a su muerte no le rindiera honores en su funeral, una petición que ella cumplió. Este hecho sería utilizado por Sísifo para engañar a Hades, pidiéndole que le devolviera a la vida ya que su mujer no había celebrado el funeral de manera apropiada y no le había rendido honores. El dios del inframundo aceptó a cambio de que volviera tras hacerlo. Pero Sísifo no volvió, hasta que le llegó la muerte muchos años después.
Sísifo sería castigado finalmente por Zeus y Hades. Su condena fue tener que subir una piedra por la ladera de una montaña hasta la cima. Sin embargo al llegar allí caería hacia el otro lado de la montaña, con lo que tendría que ser de nuevo empujada hasta la cima, algo que se repetiría en un ciclo eterno".