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En un principio un mensaje contiene simplemente un contenido de información. En este caso obtenemos alguna información sobre el estado actual del semáforo : que está en verde. Ahora se podría suponer que esto es lo esencial de la comunicación interpersonal, o sea transmitir un contenido de información. Si fuese así, la cosa sería más bien fácil. Pero...
2. El aspecto de revelación personal. (autopresentación /autorevelación) - Cómo me presento yoCada mensaje lleva implícito mensajes acerca de su emisor. Así nos enteramos que él habla español y seguramente sabe conducir; en general se ve que él no sólo no está despistado sino que participa activamente en los acontecimientos diarios. Por lo demás: Quizás tenga prisa, etc. (El mensaje del YO) Dicho de forma general: Cada mensaje contiene elementos de revelación personal del emisor, tanto en la vertiente de una puesta en escena intencionada como en la vertiente de ponerse en evidencia de forma no voluntaria.
Esta parte de un mensaje es altamente delicada desde el punto de vista psicológico, ya que con ella se enlazan muchos problemas de la comunicación interpersonal. Así es posible intentar dar una imagen de sí mismo que no corresponde a la realidad (autoenaltecimiento o intento de ocultar su verdadera personalidad). A lo largo de la vida uno desarrolla muchas técnicas que no siempre sirven para hacer la comunicación efectiva pero que sí pueden causarle a uno muchos problemas psicológicos.
3. La relación con el receptor del mensaje - Qué opino yo de ti y cómo defino yo nuestra relación.Del mensaje se deduce además qué relación guarda el emisor con el receptor, cual es su opinión de él. Esto se manifiesta muchas veces en el registro verbal empleado, en la entonación y en otras señales no verbales. El receptor tiene un oido fino para este tipo de mensaje, ya que es aquí donde se siente tratado o maltratado como persona. En nuestro ejemplo, el hombre quizás le da a entender a la mujer que no la cree capaz de conducir el coche de forma óptima sin su ayuda.
La mujer posiblemente se resiste contra esta “tutela” y contesta de forma brusca: “¿Conduces tu o conduzco yo?” - Atención: Su rechazo no se dirige contra el contenido del mensaje (ahí estará de acuerdo), sino que su rechazo se dirige contra el mensaje que define la relación entre ambos. Dicho de forma general: Emitir un mensaje siempre implica establecer algún tipo de relación con el otro.
Analizado de forma estricta, este aspecto es naturalmente una parte especial de la revelación personal. Pero queremos distinguir el aspecto relacional como un aspecto diferente de aquel, ya que la situación psicológica del receptor es distinta: Cuando recibe la revelación personal del emisor, ella puede diagnosticar el mensaje sin estar implicada (¡Qué me dice tu mensaje sobre ti mismo? - o sea aquí ella puede tomar nota y sacar sus conclusiones-), en el caso de recibir el mensaje relacional ella misma está implicada incluso en un doble sentido ya que en la vertiente relacional de un mensaje hay dos tipos de mensajes: por un lado aquello que expresa qué es lo que el emisor piensa del receptor (mensaje -tu) y por el otro lado también un mensaje acerca de cómo ve el emisor la relación entre él y el receptor (mensaje -nosotros).
El “mensaje -tu” podría significar: tú necesitas ayuda a la hora de conducir el coche. El “mensaje -nosotros” podría ser: Nuestra relación es tal, que yo siempre te tengo que decir lo que tienes que hacer a la hora de conducir el coche y supongo que tu también lo aceptas.
Desde luego es posible que el receptor no esté de acuerdo con esta definición de la relación por parte del emisor y la pregunta le parece inadecuada y pesada. De esta forma se puede observar en muchas ocasiones cómo se desarrolla una lucha sobre cómo definen su relación dos personas.
4. La vertiente apelativa - Aquello que quiero que hagasApenas nada se dice sólo así por así, - casi todos los mensajes tienen la función de conseguir que el receptor haga algo. En este ejemplo quizás pisar el acelerador del coche. El intento de influenciar al otro puede estar más o menos evidente o hallarse escondido - en este último caso hablamos de manipulación. El emisor que manipula pone incluso las otras tres vertientes del mensaje al servicio de la función apelativa. En este caso el contenido de la información es tendenciosa y parcial; la revelación personal busca causar determinados efectos en el receptor del mensaje (por ejemplo sentimientos de admiración o buena disposición hacia el emisor del mensaje), e incluso los mensajes, en la vertiente relacional están determinados por la meta oculta de conseguir que el otro esté de buen ánimo (mediante un comportamiento sumiso o mediante cumplidos) Cuando el contenido de la información, la revelación personal y el aspecto relacional sirven para conseguir que la función apelativa del mensaje sea más eficaz