• Asignatura: Castellano
  • Autor: sofiavalencia11
  • hace 2 años

Lee el siguiente texto y representa todo el cuento a través de un dibujo.


Una anciana está llegando al final de su vida. Cuando ella cierra los ojos una noche,

ve una luz brillante y es transportada a otro reino. Ella no muere en ese momento, sino

que regresa al mundo de los vivos para encontrar a su familia reunida junto a su

cama. Ella sonríe y les susurra a sus hijos: «He visto el gran más allá».

«¿El gran futuro?», Pregunta su hijo.
«El cielo y el infierno. Los he visto a los dos».

La anciana continúa explicando: «Encontré una puerta, y detrás de ella estaba el

infierno. Lo que vi allí me confundió. Había un comedor lleno de hileras de mesas,

cada mesa se combinaba con una magnífica fiesta. Se veía bien y olía delicioso, pero

las personas sentadas alrededor de las mesas estaban demacradas y enfermizas,

gimiendo de hambre.

«A medida que me acercaba, me di cuenta de que cada persona sostenía una cuchara

muy larga. Con eso podían llegar a la fiesta, pero la cuchara era demasiado larga.

Aunque lo intentaron y lo intentaron de nuevo, no pudieron llevar alimento a su boca.

A pesar de la abundancia que tenían ante ellos, se morían de hambre».

Ella continuó: «Salí de este horrible lugar y abrí una nueva puerta, una que llevaba al

cielo. En el interior, me sorprendió ver esa misma escena frente a mis ojos, un

comedor lleno de filas y de mesas, y en esas mesas, una fiesta maravillosa. Pero en

lugar de gemir de hambre, la gente alrededor de las mesas estaba sentada contenta,

hablando entre sí, saciada de la abundancia que tenían ante ellos.

«Al igual que aquellos en el infierno, estas personas tenían cucharas muy largas.

Mientras miraba, una mujer metió su cuchara en un plato de guiso delante de ella,

pero en lugar de luchar para alimentarse, extendió la cuchara y alimentó al hombre

sentado frente a ella. Esta persona, ahora satisfecha y que ya no tenía hambre, dio las

gracias y le devolvió el favor, inclinándose sobre la mesa para alimentar a la mujer».

«De repente entendí la diferencia entre el cielo y el infierno», dijo la anciana a su

familia. «No son las cualidades del lugar, ni la abundancia de recursos, sino la forma

en que las personas se tratan entre sí».

«En el infierno, somos egoístas. Preferimos pasar hambre antes que darles a las

personas que no nos importa el placer de comer».

«Pero en el cielo, nos alimentamos unos a otros. Confiamos en quienes nos rodean y

nunca pasamos hambre»​

Respuestas

Respuesta dada por: nicoltatiana2006
1

Respuesta:

has un dibujo de los personajes comiendo en un parque o en la naturaleza

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