Il parte. De su opinión acerca de lo que el compositor quiso decir con la frase "No has cedi mis en la brega
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
Libre siempre de extrañas cadenas-
/no has cedido jamás en
la brega/tienes tú toda
el alma de
Iberia/y el
altivo valor Chorotega."
¿Quién no recuerda esta estrofa del Himno a la Anexión de
Guanacaste?
Escuelas y colegios del país
han vibrado con esas líneas escritas en 1948 por un guanacasteco
y que son producto de sus vivencias e ideas acerca del valor de su
tierra natal.
Sentado en un pequeño sillón
café en la sala de su casa y rodeado de paredes abarrotadas de honores, fotografias, trofeos y obsequios que dan prueba de una vida
colmada de elogios y glorias, José
füunirnz Saízar no dudó en tararear parte de la canción y agregar: ''Y o creo que la escribí como
una forma de protesta. Me molestaba mucho que a los guanacastecos nos dijeran nicas regalados y
nicas chochos".
El trabajo en la música nacional de este polifacético costarricense no se Jimita a esta famosa
melodía.
José es también el autor de
otras piezas folclóricas conocidas
como "La Coyolera", "Mejenga", ''Noche santacruceñá" y "Tempisqueña" que no nos dejan olvidar
nuestras raíces campesinas.
También de su pluma surgieron
algunos himnos de escuelas y colegios del país.
De padres educadores, nació en
Santa Cruz el 25 de mayo de
1915 y _ , vivió durante-sus primeros seis años hasta que -junto a su familia, que incluye a dos
hermanos menores- se trasladó
a Cartago, cuna de su progenitor.
DE LA PALABRA
Escritor, periodista, maestro de
ceremonias, poeta, declamador,
ensayista y sonetista, a sus 78
años José Ramírez posee una memoria envidiable.
Desde los diez años escribe
poemas y con ellos conquistó más
de un corazón. Le hacía versos en
acrósticos a las muchachas, pero
la gente no creía en su autenticidad.
"Quisieron probarme y saber si
era cierto que yo era capaz de escribir. En reuniones me ponían a
hacer cosas improvisaciap y se
dieron cuenta de. que :::n eran
míos. Entonces me ·consagré como
sonetista."
Diplomas, trofeos, placas, objetos típicos, fotografías y hasta una caricatura testimonian el reconocimiento de los
costarricenses a la valiosa labor de José Ramírez Saízar.
Con trece
matrimonios en
su espalda, la
prodigalidad en
el amor de ]osé
Ramírez
Este amante de la lectura y de
la escritura considera a Joaquín
García Monge como uno de los orfebres de su vida. A él le ayudaba
a acomodar las montañas de libros que le llegaban desde distintas partes del mundo.
"Joaquín siempre me ponía como ejemplo porque consideraba
una novedad que yo compusiera a
esa edad", manifestó poco antes
de declamar, con dulzura, parte
Saízar parece ser
el mejor
indicador
de una vida
llevada sin
ataduras
de un poema que pareció llenar
su cabeza de recuerdos.
García Monge no se equivocó.
A través de los años Ramírez Saízar ha demostrado que nació para
expresar sus sentimientos y su
percepción de la vida a través de
las palabras.
Ha escrito diez libros de poesía,
novela, cuento y folclor: Escarceos
(verso), Chirco y Reseda (versos),
Poema de mi hora anímica (prosas), Nayuribes (versos), Malinche (poemario), La venganza de
N andayure (novela), Amor oculto
(novela) y Folclor costarricense,
son algunos de ellos.
"A veces yo llegaba donde Joaquín con diez poemas. El los leía
y yo con la ilusión de chiquillo
creía que eran los mejores, pero
me rompía algunos y rescataba
otros. Luego me decía: así vas a
empezar, conservando lo bueno y
desechando lo malo."
Durante varios años fue columnista de periódicos como La Tribuna y El Diario de Costa Rica.
Junto con la que fuera su última
esposa, la periodista Carmen Cornejo, trabajó en la primera publicación femenina en nuestro país:
Mujer y Hogar.
INCLINACION PRECOZ
"Mamá me contaba que yo desde pequeñito lo quería saber todo.
Nací pesando diez libras y todas
las vecinas me cargaban por lo
que mi madre tenía que ir a buscarme a sus casas. Dicen que le
sonreía a todas las personas."
Por su gran inteligencia, en un
año hizo los tres primeros grados
en la escuela Jesús Jiménez, de
Cartago, donde concluyó la primaria.
''En ese momento yo no entendía nada, pero las maestras decían que yo tenía una mentalidad
precoz. Cuando escuchaba alguna
palabra que me parecía diferente, yo le preguntaba el significado a
mi papá."
Declarado Hijo Distinguido de
Guanacaste, desde la edad de siete años era hábil para el castellano, la literatura, la geografia y la
historia. "Me gustaba leer, pero
para los números era duro. Tenía
que darme coscorrones."
Estuvo en el colegio San Luis
Gonzaga, pero luego su familia
optó por vivir en San José, donde
debió continuar su secundaria en
el liceo de Costa Rica.
"Me criaron con lujo. Tal vez
por ser el primogénito. Me ponían
pantalón bombacho y corbatín.
De esa manera me hacía apetecible a las chiquillas, pero motivo
de envidia de los varones."
El amor ha sido parte de su delirio. A él le ha dedicado muchos
poemas y por él sigue suspirando.
Casado 13 veces, es padre de 16