• Asignatura: Historia
  • Autor: macarenapiacenza11
  • hace 2 años

Alguien que me ayude?? Le doy coronita

Investigar sobre la realidad de los pueblos originarios en nuestro país, y determinar cómo son percibidos para el resto de la sociedad y si tienen las mismas oportunidades académicas y laborales que aquellos que no pertenecen a una comunidad originaria. Se puede hacer hincapié en un pueblo.

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Respuesta dada por: ivanacamilacastroalv
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Respuesta:

Pueblos indígenas y pobreza

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te– en negar la existencia del indígena, en “folklorizarlo”, convirtiéndolo

en un elemento exótico, deshumanizado, parte del paisaje rural que se

mimetiza en la exhuberancia de la flora y la fauna latinoamericana.

Esta lamentable invisibilización del indio (si se me permite utili-

zar tan ambigua expresión) ha retrasado considerablemente el estudio

riguroso tanto de su condición actual como de su historia. Recordemos

que, a partir de su acendrado “europeísmo”, algunos de los principa-

les autores de la tradición socialista llegaron a calificar a los indígenas

como “pueblos sin historia”. Ello constituye un monumental equívoco,

que escamotea el hecho de que su historia como pueblos vencidos y

sojuzgados fue escrita por sus opresores apelando a groseras simplifi-

caciones y congelando toda la dinámica del mundo indígena en el mo-

mento en que se produjo su derrota. Debemos a José Carlos Mariátegui,

el insigne marxista peruano, el haber llamado la atención en la década

del veinte sobre esta inadmisible incomprensión de la problemática in-

dígena en el campo de la izquierda. Ya antes José Martí había adver-

tido sobre las graves consecuencias de la negación de la problemática

de nuestros pueblos originarios para la emancipación de lo que él con

acierto denominara “Nuestra América”.

En todo caso, esta invisibilización del indígena en las Américas

sigue teniendo un carácter oficial, que se refleja por ejemplo en la ac-

tual parquedad de las estadísticas gubernamentales relacionadas con

los pueblos indígenas, un modesto avance de todos modos si se tiene en

cuenta que en el pasado pura y simplemente se negaba su existencia.

Pero este verdadero “ninguneo” de los pueblos indígenas no existe tan

sólo en el ámbito gubernamental: los prejuicios sociales, fuertemente

arraigados en sociedades signadas por una larga experiencia colonial,

contribuyen desde su esfera a la invisibilización de estos pueblos y a la

insensibilización generalizada ante su progresiva degradación a causa

de los avances de la “modernización” y la “civilización”. Ejemplos ro-

tundos de esta criminal negación pueden recogerse en los más diversos

países de las Américas, comenzando por Estados Unidos, en donde el

exterminio de las poblaciones nativas fue una política de estado, hasta

los confines australes del continente. En Argentina, la gran propiedad

terrateniente en la pampa húmeda se constituyó aniquilando a los pue-

blos aborígenes existentes: el operativo recibió el benigno nombre de

“Conquista del Desierto” bajo el supuesto de que nadie habitaba allí,

de que aquello era un desierto que estaba esperando ansiosamente la

llegada de los “civilizadores”. En Chile, el despojo y la brutal agresión

sobre los mapuches tuvieron un nombre por demás apacible y noble,

tan mentiroso como el que se empleara al otro lado de la Cordillera:

la “Pacificación de la Araucaria”. Similares procesos “civilizatorios” se

reprodujeron en Brasil, Bolivia, Ecuador, Perú y Guatemala, y con dife-

rentes grados de crueldad en todo el resto de Latinoamérica.


ivanacamilacastroalv: espero que te ayude
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