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A la hora de hablar de las especies animales y el lugar en el que viven, se suele emplear los términos hábitat y nicho ecológico como sinónimos, pero lo cierto es que no lo son.
El hábitat es el lugar físico en el que vive un organismo, pues sus condiciones físicas son propicias para su crecimiento, desarrollo y reproducción. Es el área ocupada por una o varias especies. Y puede ser tan amplio como un bosque o un tipo de pradera específico, o tan reducido como las piedras a la orilla del mar.
El nicho ecológico refiere al posicionamiento de una especie específica de organismos dentro de un hábitat específico y en relación a condiciones ambientales o con las otras especies que cohabitan con ellos. En otras palabras, el nicho ecológico es la relación puntual que establece una especie de animales con los elementos de su ecosistema.
Esto quiere decir que un mismo hábitat puede contener diversos nichos ecológicos. Por ejemplo, en un bosque (hábitat) cohabitan una especie de pájaros y otra de ciervos, a pesar de que cada una posee su nicho ecológico: las copas de los árboles y el sotobosque.
Tipos de nicho ecológicoComúnmente el nicho ecológico se clasifica en dos tipos, a saber:
Fundamental o potencial. Contempla las condiciones en que una especie es capaz de subsistir, sin tomar en cuenta ninguna otra especie.Efectivo o real. Contempla las necesidades de subsistencia de la especie en presencia de otras especies animales con las que interactúa directa o indirectamente.Ejemplos de hábitat y nicho ecológicoAnaconda verde (Eunectes murinus).Hábitat: Selvas tropicales húmedas de Suramérica, especialmente la Amazonía.