• Asignatura: Historia
  • Autor: abelmedinacalderon
  • hace 2 años

que consecuencia habra tenido la publicacion de libros religiosos escritos en lenguas nativas

Respuestas

Respuesta dada por: emelyelenahernandezb
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Respuesta:

A partir de la llegada de la imprenta a la Ciudad de México en el primer tercio del siglo xvi, el arte tipográfico colonial giró, en gran medida, en torno a las lenguas indígenas.[1] Al tiempo que avanzaba o se consumaba la conquista de cada pueblo, los evangelizadores se propusieron cristianizar a los habitantes en sus propias lenguas maternas. Para alcanzar este propósito, enfrentaron varios retos específicos: el paso de lo oral a lo escrito en clave alfabética; el celoso marco legal y administrativo que la Iglesia Católica y la Corona Española impusieron a la reproducción y circulación de textos e imágenes en estas latitudes y las limitaciones materiales para emprender esos proyectos en suelo americano.

La diversidad de situaciones de contacto lingüístico y la naturaleza intrínseca de cada lengua depararon una serie de decisiones editoriales, en buena medida determinadas por las ideas europeas de la época sobre la lengua y la escritura, ya que a partir del siglo xvi surge con gran fuerza en los debates políticos y religiosos el antagonismo entre letrados y ágrafos, civilizados y bárbaros. De modo que las preferencias y elecciones formales, las condicionantes técnicas y materiales, tanto como el marco legal, social y cultural en que se desarrollaron dichas obras, influyeron en la difusión, conservación y, en algunos casos, el silenciamiento de las culturas nativas.

El fin último de los predicadores y gobernantes fue hacer entendible, reproducible y legible un marco completo de nuevas creencias, prácticas religiosas y administrativas, con el objeto de integrar a los indios a la cristiandad y sujetarlos a la autoridad española. Sin embargo, las estrategias empleadas y diseñadas para tal fin no fueron usadas sólo por ellos. Diversos grupos indígenas emplearon el alfabeto, las imágenes y los libros para registrar y recordar sus propias historias, defender sus derechos patrimoniales y consolidar su poder ante los españoles y otras comunidades indígenas.

Además de la participación de indígenas, como lexicógrafos, informantes o traductores, en el origen de obras de distinta naturaleza, es interesante observar también las huellas de la participación que tuvieron en cada etapa del proceso editorial como cajistas, tiradores y cortadores dentro de los talleres de imprenta a lo largo de los tres siglos de la dominación española. Lo anterior permite estudiar estos impresos más allá de su concepción como objetos destinados a la evangelización y, en cambio, entenderlos también como productos culturales y objetos materiales que caracterizaron la imprenta novohispana. La producción de esos libros implicó un sistema laboral, compuesto por diversos profesionales, y un circuito comercial y de distribución específicos.

Básicamente se produjeron dos grandes tipos de textos impresos en lenguas indígenas: los religiosos y los lingüísticos. Cada grupo tiene algunas subcategorías, y desde el siglo xvii habrá también géneros mixtos, o sea libros que presentaban contenido religioso y lingüístico de forma simultánea. De los grandes subgéneros de textos lingüísticos (gramáticas y vocabularios), las gramáticas se produjeron más que los vocabularios durante toda la etapa novohispana. En ellos participaron mayoritariamente miembros del clero regular aunque también los hubo del clero secular y laicos.

Una vez entregados los manuscritos, las imprentas tuvieron que poner en marcha distintas estrategias para representar las lenguas indígenas en alfabeto latino: inventar signos o reutilizar, combinar, reconstruir, variar o modificar los ya conocidos. En suma, desde la perspectiva de la puesta en página y el diseño editorial, a continuación se traza un panorama del arte tipográfico colonial a partir de los impresos en náhuatl, cora, cahita, tepehuano, ópata, maya, mame, tzeltal, huasteco, otomí, mazahua, mixteco, zapoteco, chinanteco, mixe, purépecha y totonaco, la mayoría de las cuales siguen hablándose en distintas regiones de México.

Respuesta dada por: elproeed
1

Respuesta:

a diversidad de situaciones de contacto lingüístico y la naturaleza intrínseca de cada lengua depararon una serie de decisiones editoriales, en buena medida determinadas por las ideas europeas de la época sobre la lengua y la escritura, ya que a partir del siglo xvi surge con gran fuerza en los debates políticos y religiosos el antagonismo entre letrados y ágrafos, civilizados y bárbaros. De modo que las preferencias y elecciones formales, las condicionantes técnicas y materiales, tanto como el marco legal, social y cultural en que se desarrollaron dichas obras, influyeron en la difusión, conservación y, en algunos casos, el silenciamiento de las culturas nativas.

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