• Asignatura: Biología
  • Autor: anaisabelpalacio2020
  • hace 2 años

explique la influencia de la caza de renos en la vida del hombre del paleolítico superior
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Respuesta dada por: franciscolaviadeacha
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En todas las propuestas señaladas se mantiene como pilar central un axioma trascendental del procesualismo: la adaptación como mecanismo necesario para superar los desafíos que continuamente surgen en la historia de la humanidad. Pero paradójicamente la mayoría de los antropólogos económicos que configuran la primera generación procesualista de los estudios paleolíticos peninsulares transmitieron en sus trabajos una imagen más bien estática sobre la caza del Paleolítico Superior. En todos ellos hay una tendencia a considerar que una vez implantado el patrón cinegético especializado, la caza se convirtió en una estrategia estable y en un pilar invariable de la dieta de las comunidades humanas durante miles de años, hasta que acontecieron los cambios culturales en el tránsito entre el Pleistoceno y el Holoceno.

Hubo que esperar hasta los noventa para que surgieran las primeras hipótesis interesadas por los procesos de cambio a medio plazo, promovidas por una segunda generación procesualista, representada por prehistoriadores españoles. La tesis doctoral de César González Sainz fue el primer trabajo que avaló la capacidad de adaptación de las prácticas de caza magdalenienses cantábricas (González Sainz, 1989), en el momento particularmente crítico que se correspondía con el último recrudecimiento de la glaciación würmiense conocido entre los especialistas como Younger Dryas. Pero la versatilidad de los cazadores para adecuar las prácticas de caza a las necesidades y a las condiciones ambientales puede rastrearse mucho antes. Los cazadores solutrenses que padecieron la crisis del Último Máximo Glacial modificaron asiduamente las prácticas cinegéticas y recurrieron de manera sucesiva a tres modelos de caza distintos, para solventar este triple compromiso: afrontar el descenso de la productividad ambiental, optimizar las variantes ecológicas disponibles en el entorno y aumentar la producción para resolver las exigencias del incremento de la población (Quesada, 1998b).

Las últimas tendencias procesualistas, integradas bajo la Teoría catastrofista, han acrecentado el interés por estos procesos de cambios repentinos, bruscos y coyunturales. El catastrofismo viene a ser contrapunto radical al antiguo marco de pensamiento procesualista de los setenta, que interpretaba los cambios culturales como procesos paulatinos a largo plazo pero nunca como crisis puntuales o revolucionarias. En esa línea de trabajo ha destacado el paleolitista catalán Jordi Estévez con sus reflexiones acerca del potencial de las crisis breves para catalizar los cambios en las prácticas de caza. En su opinión, el cambio que se produjo en la transición del Pleistoceno al Holoceno pudo significar el colapso del sistema de caza especializado en la caza del ciervo. No en vano un sistema especializado posee un riesgo muy elevado por su dependencia hacia unos pocos recursos, de manera que bastaría una crisis puntual provocada por un período corto de intensas y constantes nevadas para situar las poblaciones de un animal como el ciervo, sometido a una continuada presión cinegética desde largo tiempo, en una situación crítica de retorno imposible y para provocar un fallo sistémico en todo el modo de subsistencia (Estévez, 2005).

En la actualidad las interpretaciones cinegéticas vinculadas con el Funcionalismo, la Ecología Cultural y el Procesualismo resultan menos ambiciosas que las ideadas por los representantes netos de la Antropología americana de los años setenta y ochenta. En función de los vaivenes historiográficos de las ciencias sociales, las aportaciones actuales respiran un mayor escepticismo, prudencia y preocupación por la historia a corto plazo. Pero incluso en las formulaciones más recientes de la Antropología económica, las propuestas teóricas desarrolladas por los prehistoriadores anglosajones de los años setenta y ochenta aún proporcionan un cuerpo teórico principal para reconstruir las conductas de caza y los modos de alimentación que permitieron la subsistencia de aquellos antiguos cazadores-recolectores.

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