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Respuesta:
Durante los primeros meses de la contienda, el Imperio otomano se mantuvo prudentemente a la expectativa, sin participar en ella, pese a los tratados que lo ligaban al imperio alemán: la Sublime Puerta dudó entre los dos bandos, antes de decantarse por el de los Imperios Centrales (formado primero por Alemania y Austria-Hungría) en octubre de 1914. Tras el fracaso de las ofensivas contra Egipto y el Cáucaso, el imperio hubo de enfrentarse en 1915 a una acometida enemiga contra Constantinopla, que pudo desbaratar, y a varios ataques en Armenia, Mesopotamia y Palestina. El sultán, en calidad de califa, título que ostentaban los soberanos otomanos desde el siglo xvi, hizo un llamamiento a la guerra santa contra los Aliados, pero con escaso éxito. El imperio no contaba con medios para afrontar una guerra moderna y fue agotándose, ahogado por el bloqueo enemigo. En el otoño de 1918, unidades británicas, mejor armadas que las enemigas, vencieron a las turco-alemanas al tiempo que la rendición búlgara dejaba indefensa la capital, lo que obligó al imperio a capitular.
Explicación:
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1- Gobierno y organización politico-territorial
El estado de gobierno era monárquico. La dinastía osmanlí inició oficialmente cuando Murab I se autoproclamó sultán, en 1383.
En su momento cúspide estuvo dividido en 29 provincias. Además, tuvo a los estados Crimea, Moldavia, Transilvania y Valaquia como vasallos.
2- Religión
La religión oficial fue el islam. Sin embargo, no se caracterizaron por ser intolerantes. Dentro del imperio convivían con el catolicismo y el judaísmo.
Ciertamente los ajenos al islam debía pagar cuotas superiores en sus impuestos, pero no existía una política abierta de intolerancia.
En sus inicios eran estrictos en el seguimiento de la normativa religiosa. Pero el clero se fue corrompiendo en la medida en la que se involucró en la política.
3- Economía
Este imperio se caracterizó por ser agricultor y ganadero. Esto significó que el imperio se auto abastecía de alimentos.
Así mismo producía suficiente materia prima para fabricar vestimenta y utensilios necesarios para la vida diaria.
Su posición estratégica lo convirtió en el puente entre el oriente y el occidente. Por este motivo su principal actividad económica fue la exportación de productos propios. También activaron exitosamente la industria del transporte marítimo.
4- Expansión
Todo imperio apunta al crecimiento a través de la expansión, pero el Imperio otomano estaba especialmente hambriento de más territorios. Se presume que el motivo principal de la necesidad constante de expansión era religioso.
El islam le exige a sus creyentes que difundan su fe y conviertan a los infieles. Con base en esto es lógico pensar que este era el motivo de su premura. De hecho, ellos fueron los responsables de la expansión del islam en el norte de África.
Fue tan voraz la expansión que encendió las alarmas de los reinos cristianos de Europa. Fue por los otomanos que se organizó la cruzada de Segismundo de Hungría.
5- Lenguaje
Los otomanos tenían varios idiomas influyentes: el turco, hablado por la mayoría de las personas en Anatolia y por la mayoría de los musulmanes de los Balcanes excepto en Albania y Bosnia; Persa, solo hablado por las personas con más educación; árabe, hablado principalmente en Arabia, África del Norte, Iraq, Kuwait, el Levante y partes del Cuerno de África; y somalí en todo el Cuerno de África.
6- Cultura
Los otomanos absorbieron algunas de las tradiciones, arte e instituciones de las culturas en las regiones que conquistaron, y les agregaron nuevas dimensiones.
Numerosas tradiciones y rasgos culturales de imperios anteriores (en campos como la arquitectura, la gastronomía, la música, el ocio y el gobierno) fueron adoptados por los turcos otomanos, dando como resultado una nueva y distintiva identidad cultural otomana.
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