• Asignatura: Castellano
  • Autor: firifiri200
  • hace 1 año

que representa la casa vieja para los dos príncipes en el cuento del horno de hierro​

Respuestas

Respuesta dada por: yumanashlyinma3
0

Respuesta: representa valor

Explicación: jijiji

Respuesta dada por: wilsonterrible41
0

Respuesta

- ¿De dónde vienes y adónde vas?

Respondió la princesa:

- He perdido el camino que conduce al reino de mi padre, y no puedo volver a casa.

Dijo entonces el horno de hierro:

Espantóse ella, pensando: "¡Dios del cielo! ¿Qué haría yo con un horno?." Pero como tenía grandes deseos de regresar al lado de los suyos, suscribió la promesa. Díjole él:

- Debes volver con un cuchillo, y abrir con él un agujero en el hierro.  

- Me parece que empieza a ser de día.

- También a mí me lo parece - respondió la muchacha -. Creo que oigo el ruido del molino de mi padre.

- Entonces tú eres le hija del molinero. Márchate, y di a la princesa que venga. .

Al amanecer volvió a sonar la voz que salía del horno:

- Me parece que empieza a ser de día.

- También a mí me lo parece - respondió ella -. Creo que oigo sonar el cuerno de mi padre. .  

Díjole entonces el doncel:

- Eres mía, y yo soy tuyo; eres mi prometida y me has redimido.  

"Ama verde y tronada.

pata arrugada

trasto de mujer

que no sirve para nada:

quien hay ahí fuera, presto ve a ver."

 

- ¿De dónde venís y adónde vais?  

"Ama verde y tronada,

pata arrugada,

trasto de mujer

que no sirve para nada:

aquella caja grande me vas a traer."

- Éste no es un vestido propio para una criada.

- Esa estúpida quiere dormir en tu aposento.

- Si estás conforme, yo también lo estoy - replicó el príncipe.

Pero ella le dio a beber un vaso de vino que contenía un narcótico. Quedaron, pues, los dos en la misma habitación, pero sumido él en un sueño tan profundo, que no hubo medio de despertarlo. La doncella se pasó la noche entre llanto y exclamaciones:

- Te libré del bosque salvaje y del horno de hierro. Para llegar hasta ti hube de salvar una montaña de cristal, pasar por encima de afiladas espadas y a través de un caudaloso río. ¡Y ahora te niegas a escucharme!

Los criados, de guardia ante la puerta, la oyeron llorar y lamentarse, y a la mañana siguiente se lo dijeron a su señor. A la tarde siguiente rompió la segunda nuez, encontrando en ella un vestido más bello aún; y la novia también quiso comprarlo. Pero la muchacha no admitió dinero; en cambio, cedió la prenda a condición de poder pasar una segunda noche en la alcoba de su amado. La novia volvió a suministrarle un somnífero, quedándose él dormido como un tronco, incapaz de enterarse de nada. La muchacha se pasó también aquella noche llorando y repitiendo sus lamentaciones:

- Te libré del bosque salvaje y del horno de hierro. Para llegar hasta ti hube de salvar una montaña de cristal, pasar por encima de cortantes espadas y atravesar un gran río. ¡Y sigues sin querer escucharme!

Los criados, desde el otro lado de la puerta, oyeron sus lamentos, y por la mañana volvieron a decirlo a su señor. Y a la tercera tarde, después de lavarse y asearse, abrió la nuez que le quedaba, y apareció un vestido aún más hermoso, centelleante de oro puro. Quiso la novia quedarse con él, y de nuevo la muchacha se lo cedió a cambio de la autorización de dormir en el aposento del príncipe. Éste, empero, vertió el narcótico en vez de bebérselo, y cuando la doncella empezó a llorar y exclamarse:

- Tesoro mío, yo te salvé del bosque salvaje y terrible y del horno de hierro - incorporándose el príncipe bruscamente, le dijo:

- Tú eres mi verdadera prometida. ¡Tú eres mía y yo soy tuyo!

Explicación:

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