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Guayaquil presenta como principal atractivo histórico de la ciudad, al barrio “Las Peñas”, el cual cuenta con más de 400 años de historia y hechos suscitados en la época colonial. En esta etapa colonial, el puerto de Guayaquil se convierte en la principal zona de eje fluvial, donde se destaca por su importante actividad mercantil y la riqueza de su producción agrícola.
Las Peñas, nombre italiano que quiere decir Las Rocas, es un barrio situado en una ladera de rocas fracturadas del cerro de Santa Ana. Allí todas las casas están construidas a manera de un escenario o de teatro al aire libre, en medio de árboles frutales y de flores. Hay allí cerca de cincuenta casas, entre pequeñas, medianas y grandes. Desde allí se ven los dos ríos, la parte inferior y superior del rio Guayas, toda la villa y toda la ciudad, por lo que es un sitio verdaderamente sin comparación, delicioso y alegre. (Cicala, 2010, pág. 20)
Las casas asentadas en la calle Numa Pompilio Llona son consideradas el origen de la ciudad de Guayaquil, por su historia y por evidenciar dos épocas vividas. Luego de los incendios que sufre la ciudad, las casas son construidas nuevamente en la época de la república. Por este motivo se argumenta que las casas tienen aproximadamente más de 100 años de edificación.
Describir un hecho notable en la historia de la urbe guayaquileña que muchos turistas locales desconocen es que la valiosa calle donde se origina el barrio Las Peñas, en sus inicios se distingue como la “Calle de la Orilla”, también conocida por ser el primer malecón de la ciudad.
“La calle Numa Pompilio Llona, en el barrio Las Peñas, llamada así desde 1920 en honor a este reconocido poeta guayaquileño, es una estrecha vía empedrada que nace en el Fortín y muere en la antigua planta de la Cervecería Nacional” (Guayaquil es mi destino, 2015).
La calle Numa Pompilio Llona es la única vía que enlaza las 36 casas tradicionales del barrio Las Peñas, el recorrido por este pasaje empedrado lleva consigo un sinnúmero de historias, como por ejemplo que fue consolidada para la marcha de las carretas tiradas por caballos. A finales del siglo XIX este lugar acoge el nombre de barrio, considerado el primer sector residencial de Guayaquil.
Al ingreso cercano al barrio Las Peñas encontramos El Fortín de La Planchada, cimentado en un redondel para la defensa de los habitantes de Guayaquil fue reconstruido en 1906. “El Ministerio de Educación y Cultura, declaró al Fortín de La Planchada como Patrimonio Cultural de la Nación en el año de 1996” (Ministerio Coordinador de Patrimonio, 2012). Por ser de construcción original, también se puede apreciar dos antiguos cañones que simulan estar listos para protegerla ciudad, se hace énfasis a este considerable patrimonio.
En las casas tradicionales las personas que habitaron en el barrio Las Peñas van desde emblemáticos músicos, poetas, políticos, hacendados y productores cacaoteros muy importantes de la época colonial y republicana.
Recorrer el patrimonial barrio Las Peñas es transportarse por momentos a la época cacaotera colonial y disfrutar de un paisaje entre lo tradicional y cosmopolita de la urbe porteña, sumándole la vista del río Guayas, testigo fiel e incondicional del desarrollo de Guayaquil.