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Respuesta:
En el latín es donde encontramos el origen etimológico del término pavor. En concreto, deriva del cultismo “pavor, pavoris”, que puede traducirse como “espanto” o “terror”. Hay que exponer, además que esa palabra latina se formó a partir del verbo “pavere”, que significa “estar asustado”.
El pavor es la sensación que sufre una persona cuando está aterrorizada. El término se emplea como sinónimo de miedo o temor, por lo general si el individuo en cuestión está espantado o alterado con una situación. Por ejemplo: “El ingreso del enmascarado causó pavor entre los presentes”, “Cuando vi que el coche avanzaba a toda velocidad en nuestra dirección, sentí pavor”, “La explosión provocó pavor en el pueblo, aunque se registraron heridos”.
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