• Asignatura: Castellano
  • Autor: calderonangie196
  • hace 2 años

¿Cómo es el maestro Hora cuando se despide?

Respuestas

Respuesta dada por: agaraT
0

Respuesta:

MOMO se hallaba en la mayor sala que jarnás hubiera visto. Era más alta que la mayor de las iglesias y más amplia que la más extensa de las estaciones de ferrocarril. Inmensas columnas soportaban un techo que se adivinaba más que se veía allí arriba, en la semioscuridad. No había ventanas. La luz dorada que tramaba toda esa inconmensurable sala provenía de incontables velas que ardían por todos lados y cuyas llamas quemaban con tal inmovilidad como si hubieran estado pintadas de colores y no necesitaran consumir cera para arder.

Todos los ruidos que Momo había oído al entrar provenían de innumerables relojes de todos los tamaños y formas. Estaban de pie y tendidos sobre largas mesas, en vitrinas de cristal, en consolas doradas y en interminables estantes.

Había relojes de bolsillo incrustados de pedrería, vulgares despertadores de hojalata, relojes de arena, carillones con figuritas de bailarines encima, relojes de sol, relojes de madera, de piedra, de cristal y relojes impulsados por un salto de agua cantarín. De las paredes colgaban toda clase de relojes de cuco y otros con pesas y péndulos, algunos de los cuales oscilaban lenta y majestuosamente y otros que bailaban agitados de un lado a otro. A la altura del primer piso había, por toda la sala, una galería, a la que conducía una escalera de caracol. Más arriba, otra galería, encima otra y otra. Y en todos lados había relojes. Relojes mundiales en forma de globo terráqueo, que indicaban la hora de todos los puntos de la Tierra, y planetarios, grandes y pequeños, con el sol, la luna y las estrellas. En el centro de la sala se alzaba todo un bosque de relojes de pie.

Continuamente estaba sonando la hora en uno u otro reloj, porque cada reloj marcaba una hora diferente.

Pero no era un ruido desagradable, sino un susurro constante, como en un bosque, en verano

Explicación:

Preguntas similares