• Asignatura: Filosofía
  • Autor: GabrielMartinez25624
  • hace 2 años

1)Leer el siguiente texto: PÍRAMO Y TISBE. OVIDIO, (Metamorfosis, 4,55-166)
2) ¿Qué piensan de esta clase de amor? ¿El amor todo lo puede?
*Escriban un texto argumentativo en el que expresen con sus propios argumentos lo que opinan. (Mínimo 15 renglones)

Respuestas

Respuesta dada por: juandavidochoaverbel
2

Respuesta:

espero que me des corrona soy experto

Explicación:

La fábula de Píramo y Tisbe es un episodio de las Metamorfosis de Ovidio (Libro cuarto, versos 55-166). Se trata de una versión primitiva de Romeo y Julieta: Píramo es un joven babilonio enamorado de su vecina Tisbe. Los padres vetaron este amor y les prohibieron verse, pero los jóvenes encontraron una grieta en la pared que separaba sus casas, a través de la cual hablaban a escondidas, hasta el día que decidieron reunirse en un lugar fuera de la ciudad, junto a un moral, por la noche. Tisbe llegó la primera, pero la segunda en llegar fue una leona. La muchacha se esconde en unas cavernas, pero pierde sus velos en su huida, y la leona los destroza y los mancha con la sangre de una presa reciente. Es entonces cuando llega Píramo y, al ver estos restos, cree que Tisbe ha sido devorada, y no se le ocurre otra cosa que atravesarse con su propia espada. Poco después llega Tisbe, a tiempo para que Píramo muera en sus brazos, tras lo cual se clava también ella la espada.

El hilo conductor de las Metamorfosis es que en todas las historias del poema se produce una transformación. Por ejemplo, en el caso de la Fábula de Polifemo y Galatea es Acis quien se transforma en río; en la historia que nos ocupa, la sangre de los amantes cae sobre el vecino moral, que entonces tenía sus frutos blancos, y, como último deseo de Tisbe y por obra de los dioses, a partir de ese momento las moras pasaron a tener su color rojo habitual.

Góngora transformó los ciento once versos de Ovidio en un sorprendente romance de quinientos ocho versos en el que aplica toda su inimitable técnica, hasta entonces sólo empleada sistemáticamente en poemas serios, para burlarse de la mitología, de Ovidio y, lo que es aún más excepcional, para burlarse de sus críticos e incluso de sí mismo.

Para su parodia, manipuló la fuente ovidiana en sentido inverso a como hizo con el Polifemo: en las Metamorfosis, Polifemo es más bien burdo, Galatea es más bien frívola y Acis más bien pusilánime, mientras que Góngora los humanizó hasta convertirlos en dignos protagonistas de un patético drama; por el contrario, Ovidio presenta a Píramo y Tisbe como héroes románticos, mientras que Góngora los trata constantemente de insensatos, y reprocha a Píramo su necedad al suicidarse tan estúpidamente. Los personajes mitológicos son tratados con una familiaridad fuera de tono y para completar la comicidad a nivel argumental llena la historia de anacronismos: la Babilonia de su poema es la España de su época. La metamorfosis del moral pasa a ser secundaria y, frente a las numerosas alusiones de Ovidio, Góngora apenas la menciona una vez en la introducción y otra muy breve, casi de compromiso, en el momento en que se tiñen sus frutos.

Pero mucho más interesante es la burla que Góngora hace de su propio estilo. Es tentador pensar que pudo reconocer el ingenio y la gracia, no ya de las críticas groseras de Quevedo, pero sí de las elegantes parodias de Lope, como las de estos dos sonetos:

Boscán, tarde llegamos, ¿hay posada?

llamad desde la posta, Garcilaso,

-¿Quién es? - Dos caballeros del Parnaso,

- No hay donde nocturnar palestra armada. Pululando de culto, Claudio, amigo,

minotaurista soy desde mañana,

derrelincuo la frasi castellana,

vayan las solitúdines conmigo;

- No entiendo lo que dice la criada,

¿Madona, que decís? - Que afecten paso,

que ostenta limbos el mentido ocaso

y el Sol depinge la porción rosada. Por precursora, desde hoy más me obligo

a la Aurora llamar Bautista o Juana,

chamelote la mar, la ronca rana

mosca de agua, y sarna de oro al trigo;

- ¿Estás en ti, mujer? - negóse al tino

el ambulante huésped - ¡Que en tal tiempo

tal lengua entre cristianos haya! Mal afecto de mí, con tedio y murrio,

cáligas diré ya, que no gregüescos,

como en los tiempos del pastor bamburrio;

Boscán, perdido habemos el camino,

preguntad por Castilla, que estoy loco

o no habemos salido de Vizcaya. Estos versos, ¿son turcos o tudescos?

Tú lector Garibay, si eres gongurrio,

apláudelos, pues son polifemescos.

Para entender el último verso del primer soneto, conviene contrastarlo con el castellano que habla el vizcaíno del Quijote:

Respuesta dada por: luanarenteria12
0

Explicación:

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