que relacion hay entre el cuento de leopoldo lugones (Yzur y el lenguaje) y el cerebro y yo
Respuestas
Primero de todo, su extraordinaria movilidad mímica que compen-
sa al lenguaje articulado, demostrando que no por dejar de hablar
se deja de pensar, así haya disminución de esta facultad por la pa-
ralización de aquella. Después otros caracteres más peculiares por
ser más específicos: la diligencia en el trabajo, la fidelidad, el coraje,
aumentados hasta la certidumbre por estas dos condiciones cuya
comunidad es verdaderamente reveladora: la facilidad para los ejer-
cicios de equilibrio y la resistencia al mareo.
Decidí, entonces, empezar mi obra con una verdadera gimnasia de
los labios y de la lengua de mi mono, tratándolo en esto como a un
sordomudo. En lo restante, me favorecería el oído para establecer co-
municaciones directas de palabra, sin necesidad de apelar al tacto. El
lector verá que en esta parte prejuzgaba con demasiado optimismo.
Felizmente, el chimpancé es de todos los grandes monos el que
tiene labios más movibles; y en el caso particular, habiendo padeci-
do Yzur de anginas, sabía abrir la boca para que se la examinaran.
La primera inspección confirmó en parte mis sospechas. La len-
gua permanecía en el fondo de su boca, como una masa inerte,
sin otros movimientos que los de la deglución. La gimnasia produjo
luego su efecto, pues a los dos meses ya sabía sacar la lengua para
burlar. Ésta fue la primera relación que conoció entre el movimiento
de su lengua y una idea; una relación perfectamente acorde con su
naturaleza, por otra parte.
Los labios dieron más trabajo, pues hasta hubo que estirárselos
con pinzas; pero apreciaba –quizá por mi expresión– la importancia
de aquella tarea anómala y la acometía con viveza. Mientras yo prac-
ticaba los movimientos labiales que debía imitar, permanecía senta-
do, rascándose la grupa con su brazo vuelto hacia atrás y guiñando
en una concentración dubitativa, o alisándose las patillas con todo el
aire de un hombre que armoniza sus ideas por medio de ademanes
rítmicos. Al fin aprendió a mover los labios.