• Asignatura: Castellano
  • Autor: zarethgarciaaceros
  • hace 2 años

has un resumen pequeño del siguiente texto:

UN SABIO Colibrí
En la jaula reinaba el caos. Nadie quería estar ahí, venían todos de lugares diferentes y el espacio era muy estrecho para tantos pájaros. Los había de plumas rojas, verdes, amarillas y marrones. Algunos muy estirados, muy pesados, modestos y en medio de ese escándalo Martín, un zunzuncito cubano, que batía sus alas desesperadamente y volaba en tramos muy cortos, intentando ocupar el campo visual de los que parecían liderar el movimiento por la libertad de esta bandada de aves caídas en desgracia. Martín, que era un colibrí muy pequeñito, había llegado a ese lugar hacía muy poco. Un par de semanas atrás cayó en la trampa que le tendieron los coleccionistas de aves exóticas. Lo habían transportado hasta esa jaula hacía dos días y, como todos, estaba desesperado con la situación. Cuando llegó tuvo mucho tiempo para escuchar las quejas de todos sus compañeros de cautiverio, también supo que se iban a reunir esa mañana para planear cómo escapar de la prisión. Martín, que era pequeñito y pasaba desapercibido para muchos de sus nuevos compañeros, no pudo participar de las animadas charlas en que varios grupos de aves diseñaban estrategias de fuga, pero como era un colibrí de armas tomar, se había pasado horas enteras revisando, centímetro a centímetro, las mallas de alambre con que estaban hechas las paredes de aquella cárcel. Por eso batía sus alas con mucha fuerza tratando de llamar la atención del único que parecía lograr que se silenciara aquella gritería por pequeños instantes: el búho que gracias a su fama de pájaro sabio lograba que algo de lo que se intentaba proponer quedara registrado en su memoria, puesto que a él lo habían elegido para tomar la decisión final sobre lo que iban a hacer.
Martín, que llevaba un buen rato tratando de decirlo: ¡Había descubierto un pequeño agujero en la trama de la jaula, solo necesitaba la ayuda de alguno más grande para forzar un alambre y salir! Y desesperado por no ser escuchado, Martín optó por rondar las orejas del búho, con la esperanza de captar su atención, pero tuvo la mala suerte de ser confundido con un molesto zancudo y estuvo a punto de morir aplastado por las inmensas plumas del anciano. Martín cayó al suelo impulsado por la ráfaga de viento que creó el batir de las alas del búho y ahí abajo se encontró con un pequeño cucarachero que ya se había resignado a su mala suerte y guardaba silencio, en el fondo de la jaula. Después de ayudarlo a incorporarse el cucarachero le sugirió calmarse, los pequeños como ellos no tenían posibilidades de participar en estas decisiones tan importantes. Martín, que no podía creer lo que escuchaba, le agradeció y le preguntó por qué creía semejante cosa. El cucarachero le señaló a todos los pequeños que estaban ahí, entre las patas de los grandes y le dijo que él no era el único que había llegado a esa conclusión.
Martín, que era un colibrí de armas tomar, conversó con todos y los condujo al agujero. Y fue así como el perico australiano, el gorrión, el cucarachero, un azulito de Senegal, un pico coral y Martín forzaron el alambre y pudieron salir de la jaula sin que las demás aves se dieran cuenta. Pensaron en huir de inmediato, pero eran aves amantes de la libertad. Por eso se ocultaron y cuando todos dormían, cantaron en coro su plan. Y lo hicieron desde afuera. En el interior de la jaula, nadie podía creer lo que escuchaban, era un plan perfecto pero… ¿Quiénes eran esos que cantaban? Los pequeños volvieron a entrar por el agujero que habían usado para salir y con toda la información que recolectaron con sus ojos, oídos, alas y patitas les contaron a los demás el plan que convenció al búho, para el que muchos trabajaron, que algunos corrigieron y que, tres días más tarde, los condujo a todos a la libertad.


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Respuestas

Respuesta dada por: holhola2234
1

Respuesta:aqui esta

Explicación:

En la jaula reinaba el caos. Algunos muy estirados, muy pesados, modestos y en medio de ese escándalo Martín, un zunzuncito cubano, que batía sus alas desesperadamente y volaba en tramos muy cortos, intentando ocupar el campo visual de los que parecían liderar el movimiento por la libertad de esta bandada de aves caídas en desgracia. Martín, que era un colibrí muy pequeñito, había llegado a ese lugar hacía muy poco. Un par de semanas atrás cayó en la trampa que le tendieron los coleccionistas de aves exóticas.

Lo habían transportado hasta esa jaula hacía dos días y, como todos, estaba desesperado con la situación. Martín, que era pequeñito y pasaba desapercibido para muchos de sus nuevos compañeros, no pudo participar de las animadas charlas en que varios grupos de aves diseñaban estrategias de fuga, pero como era un colibrí de armas tomar, se había pasado horas enteras revisando, centímetro a centímetro, las mallas de alambre con que estaban hechas las paredes de aquella cárcel. Martín cayó al suelo impulsado por la ráfaga de viento que creó el batir de las alas del búho y ahí abajo se encontró con un pequeño cucarachero que ya se había resignado a su mala suerte y guardaba silencio, en el fondo de la jaula. Después de ayudarlo a incorporarse el cucarachero le sugirió calmarse, los pequeños como ellos no tenían posibilidades de participar en estas decisiones tan importantes.

Martín, que no podía creer lo que escuchaba, le agradeció y le preguntó por qué creía semejante cosa. El cucarachero le señaló a todos los pequeños que estaban ahí, entre las patas de los grandes y le dijo que él no era el único que había llegado a esa conclusión. Martín, que era un colibrí de armas tomar, conversó con todos y los condujo al agujero. Y fue así como el perico australiano, el gorrión, el cucarachero, un azulito de Senegal, un pico coral y Martín forzaron el alambre y pudieron salir de la jaula sin que las demás aves se dieran cuenta.

Pensaron en huir de inmediato, pero eran aves amantes de la libertad. Por eso se ocultaron y cuando todos dormían, cantaron en coro su plan.


zarethgarciaaceros: gracias TwT
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