Respuestas
1-
El experimento del globo: Consigue un globo e ínflalo. Frota el globo contra alguna prenda. Acerca el globo al cabello de los niños para que vean cómo estos se levantan debido a la fricción que causaste, ¡un experimento eléctrico!
2-
Consigue un frasco de vidrio, más o menos grande, y completamente seco. Consigue diferentes productos de uso cotidiano que tengan diferente densidad, es decir: kétchup, aceite, agua, alcohol, miel, etc. Lo mejor es que consigas productos con los que el niño ya tiene cierta relación. Ve añadiendo los productos al frasco de vidrio desde el más denso hasta el menos denso, para observar cómo nunca se mezclarán.
3-
Consigue flores con pétalos blancos. Consigue un vaso con agua, preferiblemente de vidrio. Consigue colorantes de diferentes colores, por supuesto, en líquido. Coloca la flor en el vaso con agua y posteriormente, echa un par de gotas de algún colorante en el agua. Durante los siguientes días estos evidenciarán que las flores blancas toman el color respectivo del colorante que se usa, ya que estas se alimentarán del agua y tomarán el característico color que tenga, esta es una de las actividades científicas ejemplos más utilizados para enseñar biología.
4-
Papel de aluminio, dos vasos de agua (uno de ellos con sal), cinta aislante, una batería de 9V, dos palitos de helados y un zumbador (o bombilla con su portalámparas). Estos son los materiales necesarios para llevar a la práctica este experimento científico y mostrar a los estudiantes por qué el agua salada conduce la electricidad y la dulce no. La razón es que la sal contenida en la primera se descompone en iones que al conducir la electricidad hacen funcionar el zumbador.
5-Prepara una botella de plástico con tapón, bicarbonato, vinagre, agua y una bandeja donde colocar el volcán. Para hacerlo más divertido, los niños pueden crear su propio volcán, adornando la botella con plastilina y colorante. Una vez que está todo montado y decorado, el procedimiento es muy sencillo. Llena la botella de agua hasta la mitad, añade dos cucharaditas de bicarbonato, echa el vinagre y… ¡pum! reacción química