observó estos dibujos que representan leyendas populares y los conozco de Qué leyenda se tratan las resumen junto a la imagen sino inventó una historia
Respuestas
la llorona : La Llorona es un espectro del folclore hispanoamericano que, según la tradición oral, es el alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos, y que luego, arrepentida y maldecida, los busca por las noches por ríos, pueblos y ciudades, asustando con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen en la noche. ...
el jinete sin cabeza : El folclore tradicional sostiene la historia de que el jinete sin cabeza era un mercenario Hessiano asesinado durante la batalla de White Plains. Fue decapitado por el certero disparo de una bola de cañón, que le destrozó la cabeza, que quedó desperdigada por el campo de batalla.
Respuesta:
Respuesta: el primero es el Hombre Caiman: Cuenta la leyenda que hace mucho, a un hombre le gustaba espiar a las mujeres cuando ellas se bañaban desnudas (en otra versión se cuenta que él deseaba ver a su amor prohibido). Su deseo era tan grande que fue donde un Brujo para que le prepare un brebaje y así convertirse en Caimán y poder nadar discretamente por el río sin ser visto.
Cuando llegó y le pidió su deseo al Brujo, este hizo dos bebidas: una roja para convertirse en Caimán y otra para volver a ser Humano. Tras esto, el Hombre fue con un amigo y cuando llegaron al río donde estaban las mujeres, tomó el brebaje rojo y se convirtió en Caimán.
Su amigo tras ver la transformación, del susto dejó caer la botella que contenía el otro brebaje que era para ser Humano al piso y unas cuantas gotas cayeron en la cabeza del otro transformándolo en un "Hombre Caimán" mitad hombre, mitad animal. Tras la bulla y sorpresa, las mujeres huyeron de inmediato a ver este ser pensando que las comerían.
el segundo es el jinete sin cabeza : El folclore tradicional sostiene la historia de que el jinete sin cabeza era un mercenario Hessiano asesinado durante la batalla de White Plains. Fue decapitado por el certero disparo de una bola de cañón, que le destrozó la cabeza, que quedó desperdigada por el campo de batalla.
→el tersero es el gallo de la catedral: Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo atrás, vivía en la ciudad de Quito Don Ramón Ayala y Sandoval. Se trataba de un señor muy respetado ya que era una persona de mucho dinero a quien le gustaba mucho las andanzas y diversión que la vida nocturna le podía dar. Cada noche le gustaba pasear con sus amigos más cercanos, con los cuales compartía por largo tiempo, y les gustaba beber licor en el trascurso de la noche.
Don Ramón era un señor amante de la música, le gustaba tocar la guitarra mientras bebía con sus amigos. Durante la noche, cantaba con sus compañeros muchas canciones tradicionales de música popular. Se comentaba por el barrio que Don Ramón estaba enamorado de una joven llamada Mariana, la cual vivía muy cerca de su hacienda.
El acaudalado hombre vivía con una misma rutina todas las noches. Cada día se levantaba a las seis de la mañana para desayunar. Al mediodía generalmente comía de almuerzo un bistec asado con papas y huevo frito. Los cuales acompañaba con una deliciosa taza de chocolate caliente. Luego al terminar la comida, se trasladaba a la biblioteca para poder leer un poco. Al culminar su lectura, se dirigía a su habitación para descansar.
Más tarde solía levantarse, para bañarse, se vestía y salía a dar un paseo por las calles de su barrio. Caminaba por un largo tiempo hasta pasar al frente de una catedral. En ese lugar se encuentra con el famoso “Gallo de la Catedral”. Quién siempre con una voz desafiante decía ¡Qué gallito, qué gallito tan gracioso! Luego caminaba a la cantina de la hermosa Mariana a quien las personas del barrio la conocían como “La Chola”. Al transcurrir la noche, Don Ramón ebrio gritaba con gran fuerza: ¡Para mí no hay gallitos que valgan, ni el gallo de la catedral!
Una noche, Don Ramón caminaba ebrio cuando pasó por la catedral y pensó desafiar al gallito. Cuando se preparaba para gritarle, al gallo este alzó la pata y rasgó la pierna de Don Ramón. El rico terrateniente cayó al suelo y el gallo le propinó un gran golpe en la cabeza.
Aturdido, Don Ramón empezó a pedir perdón y clemencia al ave. Al momento que el gallo respondió: -No vuelvas a beber licor, ya que si lo haces de nuevo no te perdonaré y te mataré. También le advirtió sobre su mal comportamiento con las personas. Don Ramón le prometió al animal que desde ese momento su vida cambiaría y ya no cometería más abusos.
Explicación:
espero que te ayude