Respuestas
Evolución historica de la ciudad
El fenómeno urbano es relativamente reciente en la historia de la humanidad. Se inicia en el cuarto milenio a.C., dentro de lo que, precisamente, se denomina "revolución urbana": un conjunto de cambios entre los que destaca el desarrollo de la agricultura, que permitio un incremento de los excedentes. Ello posibilitó, a su vez, un aumento de la población, parte de la cual se dedicará a tareas no agrícolas que se desarrollarán en las nuevas ciudades, con una mayor especialización en el trabajo: actividades artesanales, comerciales y otras no directamente productivas, como el control administrativo y religioso, la dirección política, etc.
Podemos dividir la evolución histórica de las ciudades en varios períodos:
Las primeras ciudades. Surgen en las culturas de Egipto, Mesopotamia y valle del Indo. Suelen estar asentadas en valles fluviales y, normalmente, carecen de planificación: los edificios, realizados con materiales pobres (a excepción de templos y palacios) se distribuyen de forma irregular y están rodeados habitualmentte por una muralla.
La ciudad del mundo clásico. En el siglo V a.C., el griego Hipódamo de Mileto, considerado el primer urbanista, planteó la necesidad de construir las ciudades con arreglo a un plan previo. Esta idea se extenderá a partir del siglo IV a. C., dando origen a numerosas ciudades de planta ortogonal, en las que las calles se cruzan en ángulos de 900. Esta forma pasa más tarde al mundo romano, aplicándose a ciudades de nueva construcción o a las ampliaciones de las ya existentes, Se trata siempre de ciudades en las que abundan los espacios públicos, que facilitan la vida en común.
La ciudad islámica, de plano completamente irregular, con viviendas apiñadas y calles pequeñas. Se da con ello predominio a la vida privada (desarrollada en el interior de las casas), quedando los espacios públicos concentrados en los baños, las mezquitas y las plazas de los mercados. Estas ciudades suelen estar completamente rodeadas por un cinturón amurallado.
La ciudad medieval de la Europa cristiana, ámbito en el que las ciudades resurgen a partir del siglo XI, tras la crisis que habían supuesto, para la vida urbana, el comienzo de la Edad Media y la época feudal. En estas ciudades, que también suelen tener murallas y un plano irregular, se reinician las actividades artesanales y comerciales.
La ciudad de la edad moderna. Hasta el siglo XVIII, las ciudades no ofrecen grandes cambios. Mantienen su plano y su trazado medieval, al que se van añadiendo nuevas construcciones, como resultado del incremento de la población.
La ciudad industrial. Con el desarrollo de la Revolución Industrial, desde fines del siglo XVIII, las ciudades experimentan importantes modificaciones. Crecen con mucha rapidez, para alojar a la nueva población atraída por las actividades industriales. Estas se desarrollan en fábricas situadas muchas veces en el interior del tejido urbano, mientras nuevos barrios van agregándose a los antiguos como residencia de la clase obrera.
La ciudad contemporánea. En el siglo XX se desarrolla el urbanismo, como forma de planificar y controlar el crecimiento de las ciudades. Se dan también nuevos usos y tipos de la ciudad (ciudadjardín, ciudad-dormitorio, etc.) y, en algunos casos, el tamaño de ciudades próximas unas a otras alcanza tales dimensiones que, en la práctica, resultan unidas.
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Respuesta:
El fenómeno urbano es relativamente reciente en la historia de la humanidad. Se inicia en el cuarto milenio a.C., dentro de lo que, precisamente, se denomina "revolución urbana": un conjunto de cambios entre los que destaca el desarrollo de la agricultura, que permitio un incremento de los excedentes. Ello posibilitó, a su vez, un aumento de la población, parte de la cual se dedicará a tareas no agrícolas que se desarrollarán en las nuevas ciudades, con una mayor especialización en el trabajo: actividades artesanales, comerciales y otras no directamente productivas, como el control administrativo y religioso, la dirección política, etc.
Podemos dividir la evolución histórica de las ciudades en varios períodos:
Las primeras ciudades. Surgen en las culturas de Egipto, Mesopotamia y valle del Indo. Suelen estar asentadas en valles fluviales y, normalmente, carecen de planificación: los edificios, realizados con materiales pobres (a excepción de templos y palacios) se distribuyen de forma irregular y están rodeados habitualmentte por una muralla.
La ciudad del mundo clásico. En el siglo V a.C., el griego Hipódamo de Mileto, considerado el primer urbanista, planteó la necesidad de construir las ciudades con arreglo a un plan previo. Esta idea se extenderá a partir del siglo IV a. C., dando origen a numerosas ciudades de planta ortogonal, en las que las calles se cruzan en ángulos de 900. Esta forma pasa más tarde al mundo romano, aplicándose a ciudades de nueva construcción o a las ampliaciones de las ya existentes, Se trata siempre de ciudades en las que abundan los espacios públicos, que facilitan la vida en común.
La ciudad islámica, de plano completamente irregular, con viviendas apiñadas y calles pequeñas. Se da con ello predominio a la vida privada (desarrollada en el interior de las casas), quedando los espacios públicos concentrados en los baños, las mezquitas y las plazas de los mercados. Estas ciudades suelen estar completamente rodeadas por un cinturón amurallado.
La ciudad medieval de la Europa cristiana, ámbito en el que las ciudades resurgen a partir del siglo XI, tras la crisis que habían supuesto, para la vida urbana, el comienzo de la Edad Media y la época feudal. En estas ciudades, que también suelen tener murallas y un plano irregular, se reinician las actividades artesanales y comerciales.
La ciudad de la edad moderna. Hasta el siglo XVIII, las ciudades no ofrecen grandes cambios. Mantienen su plano y su trazado medieval, al que se van añadiendo nuevas construcciones, como resultado del incremento de la población.
La ciudad industrial. Con el desarrollo de la Revolución Industrial, desde fines del siglo XVIII, las ciudades experimentan importantes modificaciones. Crecen con mucha rapidez, para alojar a la nueva población atraída por las actividades industriales. Estas se desarrollan en fábricas situadas muchas veces en el interior del tejido urbano, mientras nuevos barrios van agregándose a los antiguos como residencia de la clase obrera.
La ciudad contemporánea. En el siglo XX se desarrolla el urbanismo, como forma de planificar y controlar el crecimiento de las ciudades. Se dan también nuevos usos y tipos de la ciudad (ciudadjardín, ciudad-dormitorio, etc.) y, en algunos casos, el tamaño de ciudades próximas unas a otras alcanza tales dimensiones que, en la práctica, resultan unidas
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