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El lenguaje gestual acompaña al ser humano desde mucho antes de que empezara a hablar, y ahí sigue. De hecho, al volante se realizan unos cuantos. Dejando de lado los más groseros (peinetas, cuernos y otras referencias taurinas), estos son los gestos automovilísticos más comunes.
1. Dar las gracias. Tan sencillo como levantar la mano de frente porque alguien ha facilitado el paso en una incorporación o en un atasco. También se admite el pulgar arriba, pero no es tan común. El gesto del saludo no solo es bueno entre conductores, sino que también conviene usarlo con viandantes.
2. Sobre las luces. El gesto de girar algo imaginario con el índice y el pulgar de la mano izquierda, simulando mover la palanca del alumbrado, sirve para decir que las luces no están puestas (y deberían) o para señalar que están encendidas sin necesidad. Se agradece el gesto en el primero de los casos, pero en el segundo suele que quien advierte de ello no es consciente de que los vehículos más actuales llevan luces diurnas o que muchos conductores las encienden para aumentar la visibilidad.
3. El uso de los intermitentes. Si un conductor abre y cierra la mano repetidamente juntando las puntas de los dedos está señalando a otro que no ha puesto el intermitente al girar, perjudicándole de alguna manera.
4. Distancia de seguridad. Si un conductor muestra (a quien va detrás) los dedos índice y pulgar simulando medir algo corto significa que la distancia de seguridad es demasiado pequeña. Lo malo de este gesto es que al usarlo puede dar lugar a otras interpretaciones más conflictivas, por lo que conviene dar a la vez un leve toque de freno, con suma precaución, para que no haya equívocos.
5. El uso del móvil. Basta con llevarnos la mano a un lado de la cara y adoptar con los dedos pulgar y meñique la forma de un teléfono. El conductor que esté usando el teléfono se dará por aludido. Si a la vez se niega con la cabeza, no habrá duda de la señal.
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