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El hallazgo de un cactus de unos 4.000 años de antigüedad, que aún mantiene algunas púas, ha sorprendido al equipo de arqueólogos peruanos que trabaja en el complejo El Paraíso, el cual alberga los templos prehispánicos más antiguos de Lima.
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Por Ernesto Carlín
Descubren restos de una tejedora en sitio arqueológico de San Martín de Porres, además de figuras de barro cocido y residuos de alimentos de más de 3,500 años de antigüedad. Puesta en valor del lugar develó un recinto ceremonial con cuatro huecos para el fuego.
Hace tan solo cinco días se celebraba en la plaza de Armas de Lima el aniversario de la fundación española de la ciudad. Ese mismo día, a unos kilómetros al norte, en el límite entre San Martín de Porres y Ventanilla, se hizo un hallazgo singular: una igurina antropomorfa de probablemente 3500 años de antigüedad.
Este descubrimiento ocurrió en la huaca El Paraíso, sitio del período precerámico que estuvo ocupado desde hace 4,200 años hasta la época a la que pertenece este objeto hallado. Así comentó al Diario Oicial El Peruano la encargada del gabinete del proyecto arqueológico de la huaca Paraíso, Cecilia Aguilar.
- Primeros limeños -
La especialista hace notar que la técnica para la confección de este objeto es casi similar a la empleada en los albores de la época cerámica, pero aún con la iconograía propia del período previo. También nos señala la similitud con lo hallado en el sitio más conocido de esa época: Caral.
Pero más allá de lo sorprendente de este desentierro, no es lo único que la huaca ha develado desde que se trabaja
en su puesta en valor. En este sitio, trabajado por el Ministerio de Cultura con el apoyo del museo Andrés del Castillo, se ha encontrado también un contexto funerario en uno de los ambientes de la huaca.
Se trata de una mujer de aproximadamente 35 años. Se presume que la razón de su deceso fue un golpe en el rostro, que no se pudo curar. Aguilar señala que junto a este cadáver se encontró una serie de objetos, lo que hace sospechar que esta dama se habría desempeñado como tejedora.
En distintas áreas de esta edificación precerámica se han hallado restos de productos utilizados para la alimentación de la población. Por ejemplo, conchas y otros productos de origen marino. Así como residuos de comida de origen vegetal, como pallares y maíz.
Pasado recuperado Bernardino Ojeda, quien fuera miembro de la primera expedición arqueológica que visitó el lugar en la década de 1960 y que hoy labora como asesor del museo Andrés del Castillo, comenta que no es gratuita la ubicación del sitio El Paraíso.
Está a un paso del mar y cerca de una zona agrícola. Además, las lomas cercanas en invierno se ponen verdes, lo que en
antaño posibilitaba el arribo estacionario de ciervos y camélidos originarios de zonas más altas.
Ojeda, quien trabajara con Fréderic Engel, pionero de la arqueología del período precerámico, destaca que al inicio de los estudios en 1966 se desenterraron algunos ambientes, pero que se tuvieron que recubrir. Uno de ellos es un área que aparentemente sirvió para ceremonias.
Hoy, luego de los trabajos de puesta en valor, se puede apreciar de nuevo esta estructura. Está en la parte más alta
y de más difícil acceso de la huaca, por lo que se maneja la hipótesis de que a esta parte solo tuvo acceso la élite de la comunidad para ciertas ceremonias.
La forma en que está distribuido el espacio resulta peculiar. En el centro, un rectángulo a desnivel y en las cuatro esquinas hay cuatro huecos circulares. De acuerdo con los restos de cenizas y maderas quemadas, se presume que estos huecos habrían sido utilizados para hacer hogueras.
Ojeda comenta que desde las primeras tareas de excavación hasta la fecha esta huaca ha cambiado. Antes, recuerda, tan solo se tenía idea del volumen de la edificación, pero poca cosa más.
Menciona que por los estudios realizados ha habido hasta cinco períodos de ocupación, en que las terrazas que se construían se sobreponían a las del período anterior. Ya en 1966 la etapa más antigua estaba cubierta casi totalmente de arena.
- Estudio pionero -
En los últimos años se ha trabajado bastante sobre el período conocido como precerámico o también arcaico tardío. A esta época corresponde por ejemplo la célebre civilización Caral. Pero uno de los primeros lugares de esta época que se estudiaron fue esta huaca de la zona rural de San Martín de Porres: El Paraíso.
Cuenta Bernardino Ojeda, quien trabajara en la primera excavación en la zona a las órdenes de Frederic Engel a mediados de la década de 1960, los arqueólogos de ese tiempo abordaban más culturas como Chavín o algunas precursoras de esta.
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