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Resumen:
expulsándola a través de los poros (o estomas)
Respuesta:
Hola a todos/as! ¿Qué tal estás pasando la ola de calor? Seguro que has aumentado tu ingesta de líquidos, ¿verdad? Y es que el cuerpo humano, al estar expuesto a tan altas temperaturas, expulsa agua a una mayor velocidad a través de los poros de la piel. Así, cuando el viento pasa, consigue mantenerse fresco, o al menos lo intenta. A este se proceso se le conoce como transpiración, y es algo que también ocurre en los seres vegetales.
Si tienes curiosidad sobre cómo expulsan el agua las plantas, sigue leyendo para saber más sobre este increíble fenómeno.
Para conseguir agua, nosotros nos hacemos con una botella o un vaso, pero las plantas la absorben a través de las raíces. El sistema radicular puede extenderse horizontalmente, quedándose muy cerca de la superficie, o bien perforar la tierra hacia abajo dependiendo de dónde haya humedad. Una vez que han encontrado agua, inmediatamente el agua es enviada a los tallos y a las hojas para poder realizar la fotosíntesis y asegurar el buen crecimiento de la planta. Todo gracias al xilema y al floema.
Pero claro, ¿qué función tienen estas partes de nombre tan extraño? Es mucho más sencillo de lo que parece. El xilema es un tejido leñoso que se encuentra en el interior del tallo, y es el encargado de transportar el agua, sales minerales y otros nutrientes esenciales en dirección ascendente a todas las partes de la planta; el floema, en cambio, transporta la savia elaborada, la cual está compuesta por nutrientes orgánicos e inorgánicos producidos por las partes fotosínteticas -es decir, aquellas partes de los seres vegetales donde hay presencia de clorofila- en dirección descendente hacia las raíces.
Para vivir hay que respirar, y en el proceso es inevitable perder agua. Las plantas »eliminan» en forma de vapor de agua toda aquella que no necesitan, expulsándola a través de los poros (o estomas), situados en el envés de las hojas, a medida que se van abriendo.
Haz el siguiente experimento con tu familia para asegurarte de que tu planta respira: envuelve las hojas con una bolsa de plástico transparente. Verás que, cuando pase un corto periodo de tiempo, hay gotitas de agua en el interior, señal inequívoca de que está viva, y de que por lo tanto respira.